tag:blogger.com,1999:blog-14107508421402707662024-02-18T20:26:04.153-08:00Historia del arte y de la cultura Argentina y Americana IICátedra de Historia de la Cultura Argentina Y Americana II, de la profesora Leontina Etchelecu.
La consulta a este blog no exime a los alumnos del conocimiento de todo el programa de la materia, simplemente con esto pretendo dotarlos de un corpus de imágenes y facilitar la circulación de este material.Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.comBlogger20125tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-30715113475302956192010-09-17T05:39:00.000-07:002010-09-17T05:42:24.017-07:00Diversas formas que adopta... Etchelecu<a href="http://www.scribd.com/doc/37616289/Etchelecu-Diversas-Formas-Que-Adopta">http://www.scribd.com/doc/37616289/Etchelecu-Diversas-Formas-Que-Adopta</a>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-15215462234656969822010-08-19T06:25:00.000-07:002010-08-19T06:31:02.367-07:00La Virgen María en Bolivia. Autores: Gisbert y Mesa. Memoria del I encuentro internacional Barroco Andinohttp://www.scribd.com/doc/36116182/La-Virgen-Maria-en-Bolivia-Gisbert-y-MesaLeontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-56080060091137435772010-08-17T08:23:00.000-07:002010-08-17T08:26:01.059-07:00III SIMPOSIO INTERNACIONAL SOBRE RELIGIOSIDAD, CULTURA Y PODER<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px; "><div>El GERE invita al <strong>III SIMPOSIO INTERNACIONAL SOBRE RELIGIOSIDAD, CULTURA Y PODER</strong> que el Grupo de Estudios sobre Religiosidad y Evangelización organiza bianualmente.</div><div>Espacio del MUSEO ROCA, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los días miércoles 25, jueves 26 y viernes 27 de agosto.</div><div>Visiten:<span style="font-size:100%;"> <span style="color: black; font-size: 12pt; "><a rel="nofollow" href="http://sircpdelgere-uba.blogspot.com/" target="_blank" style="color: rgb(0, 0, 204); "><span style="color: rgb(0, 102, 204); ">http://sircpdelgere-uba.<wbr>blogspot.com/</span></a></span></span></div></span>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-81025759768980644182010-05-06T09:43:00.000-07:002010-05-06T09:47:09.471-07:00Letizia Arbeteta Mira - Precisiones iconográficas sobre algunas pinturas de la colección del Museo de América, basadas en el estudio de la joyería...http://dialnet.unirioja.es/servlet/fichero_articulo?codigo=2572556&orden=0Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-47944713393273255102010-05-06T09:39:00.000-07:002010-05-06T09:42:27.163-07:00Castro Morales - Los cuadros de castas de la Nueva España<a href="http://americas.sas.ac.uk/publications/docs/genero_segunda4_Castro.pdf">http://americas.sas.ac.uk/publications/docs/genero_segunda4_Castro.pdf</a>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-15251169011888965712010-05-06T09:35:00.000-07:002010-05-06T09:36:33.141-07:00Iconografía del Arte Colonial - H. Schenone (selección)http://www.scribd.com/doc/30990299/Iconografia-del-arte-colonial-Schenone-seleccionLeontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-42203148614412948592010-04-17T14:11:00.000-07:002010-04-17T14:12:25.281-07:00LA IMPRENTA EN AMÉRICA - UNIDAD I<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="mso-spacerun:yes"> </span>UNIDAD I: LA IMPRENTA EN AMÉRICA. <o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight:normal">Texto preparado por la Prof. Etchelecu<span style="mso-spacerun:yes"> </span>extraído del: </b><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-size:14.0pt;line-height: 115%">Catálogo de <u>Casa de la primera imprenta de América</u></span></b><u>. </u>VV.AA. UAM, México, 2004</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><u>Consecuencias de la invención de la imprenta, </u>autor: Gerardo Kloss Fernández del Castillo</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Contra lo que se cree, Gutenberg no creó la impresión en alto relieve, que apareció en China desde el siglo IX, se desarrolló también en Corea y llegó a Europa en el siglo XIII, amén de que fue descubierta paralelamente en Mesoamérica. Años antes de Gutenberg, en Europa los grabados en madera ya reproducían masivamente imágenes sagradas, naipes y hojas volantes con narraciones de sucesos milagrosos u horripilantes, a un costo accesible para el pueblo.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Gutenberg ideó la composición de tipos sueltos, es decir letra por letra, en vez de grabar páginas enteras en una sola plancha. Este principio ya existí ene China, para el siglo XV y algunos protoimpresores europeos, como Lorenzo Jansen, en Haarlem, Holanda. El problema es que se intentaba desarrollar tipos de madera o de cerámica, como en Oriente, pero en Europa se rompían. La naturaleza fonética y no ideográfica de las lenguas occidentales requiere más signos de menor tamaño que las orientales. Por ej., en castellano se necesitan 22 tipos para escribir “hombre del país del centro”, mientras que en chino sólo 3: centro, país, hombre. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Las lenguas orientales podían usar tipos grandes, de una pulgada o más, pero los tipos europeos debían ser más pequeños y no resistían la presión si se hacían en madera o cerámica. <span style="mso-spacerun:yes"> </span>La genialidad de Gutenberg consistió en hacer los tipos de metal, una aleación de plomo, estaño y antimonio.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Gutenberg competía contra un puñado de personas que perseguían llegar a lo mismo, puesto que la demanda de libros era cada vez más importante, por parte de la iglesia, de universidades, de hermandades, etc.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">El primer libro impreso fue la biblia, y luego los laicos empezaron a demandar libros de horas y de rezos, las universidades pedían ediciones de Aristóteles, etc.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><u>LA IMPRENTA CAMBIÓ EL MODO DE HACER, VENDER, LEER Y COMPRENDER LOS TEXTOS</u>.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Porque surge un negocio insospechado, que es el de multiplicar y comercializar los textos. Surgió el negocio editorial y la imprenta empezó a ser un filtro de selección que multiplicaba unos textos y dejaba de lado otros. Para el siglo XVI el libro impreso era accesible a todos los que sabían leer e impulsó la revisión de las ideas antiguas, la difusión de las nuevas, l Renacimiento, el surgimiento del autor, la propagación de la Reforma, el fomento de las literaturas naciones y la FIJACIÓN DE LAS LENGUAS. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">También fue necesaria una vasta cultura humanística necesaria para buscar textos y seleccionarlos para un público teniendo en cuenta la oferta y el riesgo financiero. Durante el Renacimiento hubo una generación de sabios formidables: humanistas, editores, impresores y libreros, todos hombres de letras a la vez de empresarios.<span style="mso-spacerun:yes"> </span>Esto generó la expansión que le dio seriedad al oficio editorial y permitió su desarrollo para asumir su nuevo rol cultural.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La burguesía comenzó a interesarse en la historia, en especial las grandes batallas épicas de la antigüedad y del Medioevo. Muchos buscaban entretenimiento, no erudición, y compraban libros de aventuras sin distinguir los hechos legendarios de los reales. Esto explica el gran éxito de los relatos de exploración y de caballería, casi todos ficticios<span style="mso-spacerun:yes"> </span>por lo menos exagerados.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Los caballeros medievales, como el inglés Arturo, el francés Orlando y el español Rodrigo, influyeron en la colonización de nuevas tierras al excitar la imaginación del público, que hizo de los descubrimientos una aventura literaria plasmando sus más enloquecidas fantasías, como la Atlántida, El Dorado, el reino de las Amazonas; es casi imposible imaginar a Vasco de Gama o a Colón haciéndose a la mar sin conocer los exuberantes relatos orientales de Marco Polo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><u>LA IMPRENTA CAMBIÓ EL MODO DE USAR Y ENTENDER LAS LENGUAS<o:p></o:p></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">El latín dominó las primeras décadas de la imprenta, pero también se popularizó el griego, el hebrero y los autores musulmanes traducidos. Con esto el arte de la traducción se generalizó. Los editores fomentaron las lenguas nacionales (vulgares) para aumentar sus públicos, y entonces aumentó el caudal de literaturas nacionales, sobre todo cuando se produce por ello, un giro hacia el público laico, y el cambio de los libros religiosos por relatos morales, poesía, ficción.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Al circular los relatos entre los países se exportaban e importaban expresiones y conceptos, así que el español adoptó y adaptó expresiones inglesas, francesas, alemanas, italianas, latinas y griegas. La imprenta fue esencial para los estados nacionales europeos, la formación y el establecimiento de sus lenguas y la regularización de su ortografía.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Con la imprenta apareció el gremio tipográfico, un tipo de obreros que frecuentemente se colocaban a la cabeza de revoluciones por su permanente contacto con el mundo de las letras.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Tipógrafos y filólogos unificaron y fijaron en sus libros la ortografía de su tiempo. En 1493 se publica la pionera Gramática castellana de Antonio de Nebrija, aunque criticada, fue fundamental en la consolidación del castellano.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><u>Pag. 27 LA IMPRENTA CAMBIÓ EL MODO DE VER Y DE ENTENDER A DIOS<o:p></o:p></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal">Si bien un libro no cambia las creencias religiosas, puede ser la prueba material de un pensamiento, una gran fuente de argumentos y un gran atractivo para los curiosos y dudosos</b>.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">A fines del siglo XV los humanistas propusieron la lectura crítica de los textos sagrados, y es allí cuando comienza el público a interesarse por otros puntos de vista religiosos. Martín Lutero a partir de 1517, comienza su crítica para la que la imprenta fue fundamental. Tanto la Reforma como la Contrarreforma utilizaron este recurso; cuando Lutero fijaba un cartel con sus tesis teológicas, Carlos V mandaba pegar otro por toda Alemania para que las obras fueran quemadas.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Uno de los mayores éxitos de Lutero fue traducir la biblia al alemán, así la discusión de las escrituras se volvió un tema cotidiano. Además usó un alemán comprensible en casi todas las regiones lo que contribuyó a unificar culturalmente su nación.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Para mediados del XVI se había impreso un millón de biblias de ediciones diferentes; éste es sin duda el primer ejemplo de una campaña de comunicación de masas.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Los baratilleros llevaban a los campos los impresos luteranos; las ferias y el naciente mercado editorial llevaron la Reforma a toda Europa. Pese a la severa resistencia católica, los métodos protestantes se popularizaron e incitaron a las lecturas públicas de textos con explicaciones sencillas sobre asuntos esenciales de la doctrina cristiana. <span style="mso-spacerun:yes"> </span>En España donde la prohibición de textos fue absoluta y la Inquisición muy eficaz, era frecuente encontrar libros luteranos gracias al contrabando. Lo mismo ocurrió en América.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><b style="mso-bidi-font-weight: normal">¿QUÉ SE IMPRIMÍA?<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">El primer siglo de imprenta se resucitaron obras antiguas, aunque eran comunes las de arquitectura, agricultura, mecánica, historia natural, medicina, etc. Recién a mediados del XVI se comienza a publicar obras científicas recientes, y obras de ciencias naturales con libros ilustrados que se basaron en las primeras clasificaciones botánicas, zoológicas ya<span style="mso-spacerun:yes"> </span>anatómicas.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La súbita redondez de la tierra y la aparición de América, que no formaban parte del plan divino medieval, estimularon a los geógrafos para ponerse al día con mapas más precisos.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La literatura sobre América, como las cartas de Colón,<span style="mso-spacerun:yes"> </span>las de Hernán Cortés o el libro con estampas exóticas de Teodoro de Bry, fueron de las favoritas.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La abundancia de información hizo necesaria que los libreros seleccionaran lo que iban a publicar. SI en la Edad Media bastaba con leer una docena de libros para ser sabio y alcanzar el grado de doctor, ahora eso era impensable. La lectura pasó del modo intensivo medieval, al extensivo. Más gente adquiría libros y dejaron de reunirse alrededor del cura o del sabio del pueblo para leer.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Los libreros imprimían catálogos con sus textos, pero estos no daban cuenta de los contenidos, entonces los sabios comienzan a editarse sus propios catálogos críticos que darían lugar a la aparición de <b style="mso-bidi-font-weight:normal">las REVISTAS</b>, cuyo nombre indica que se buscaba <u>revisar periódicamente</u> qué había de nuevo. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La imprenta creó la necesidad de saber quién era el autor de una obra antes de imprimirla. El renacimiento restauró la importancia del mérito individual y la imprenta convirtió la aparición de los textos en un asunto público. Hasta ser HEREJE pasó de ser una afirmación individual a la producción de copias de un texto prohibido. Cuando la prensa fue usada para atacar a los gobiernos surgió el <u>delito de imprenta</u>. Cuando no se podía conocer el autor de alguna obra, se arremetía contra el editor responsable. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Faltaba mucho aún para cobrar por el derecho de copia. El autor no recibía un peso por las copias que hiciera el editor. Por más de 2 siglos los escritores y científicos se ganaban la vida haciendo otras labores, o recurrían al apoyo de mecenas. Las portadas muchas veces eran dedicadas ya que apoyar la publicación de una obra traía prestigio al mecenas. También en algunas el autor aparecía de rodillas ofrendándole la obra. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">El rey daba su permiso, luego el obispo escribía <i style="mso-bidi-font-style:normal">nihil obstat, imprimatur, </i>y allí el editor podía imprimir. El privilegio real era cuando los monarcas daban a los editores la exclusividad temporal para comercia una obra. Privilegio para los impresores, editores y libreros, no a las autores. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><u>Pag. 38 CAPÍTULO: IMPORTACIÓN, PRODUCCIÓN, CENSURA Y CIRCULACIÓN DE LIBROS EN LA NUEVA ESPAÑA EN EL SIGLO XVI, Autor: Carmen Castañeda<o:p></o:p></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><u>IMPORTACIÓN DE LIBROS<o:p></o:p></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Una fuente fundamental son los <b style="mso-bidi-font-weight:normal">registros de ida de naos, inventarios de la carga que llevaban los navíos</b>, que presentaban los mercaderes ante la Casa de Contratación.<span style="mso-spacerun:yes"> </span>Los libros, igual que los objetos, las personas y las mercancías pasaban por el mismo trámite para llegar a América, además de los requisitos de la Inquisición. <span style="mso-spacerun:yes"> </span>Cuando llegaban a Veracruz, los oficiales reales y los funcionarios inquisitoriales revisaban los libros en los navíos para verificar los registros autorizados.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">En el libro <i style="mso-bidi-font-style: normal">Los mundos del libro. Medios de difusión de la cultura occidental en las Indias de los siglos XVI y XVII, </i>Carlos Alberto González, menciona que descubrió en un envío de “Diego de Palencia al mercader de México Francisco Gómez” de 1545<b style="mso-bidi-font-weight:normal"><u>, uno de los géneros de impresos de mayor circulación durante el siglo XVI, “los pliegos de coplas”,</u></b> pliegos doblados en 4 o en 8 partes, los cuales aludían a “milagros, oraciones, almanaques, devociones, etc.”.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Llegaron también a Nueva España, los libros necesarios para la evangelización, cartillas para enseñar letras en castellano, y con la tabla de Pitágoras; libros de liturgia como breviarios, los diurnios y los misales, y también los libros de rezo de Horas.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Una fuente imprescindible es la obra del argentino José Torre Revello, <i style="mso-bidi-font-style:normal">El libro, la imprenta y el periodismo en América durante la dominación española, </i>como el del americano Irving A. Leonard, <i style="mso-bidi-font-style:normal">Los libros del conquistador. <o:p></o:p></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Para conocer la circulación de libros en América, Carlos A. González ha señalado la importancia de <b style="mso-bidi-font-weight:normal">los inventarios de bienes de difuntos de la población española sin herederos</b>. Entre estos bienes, se encuentran <b style="mso-bidi-font-weight:normal">los libros, considerados por González como “mediadores culturales en la sociedad colonial” </b>porque pueden orientar al historiador en el conocimiento de las conductas, creencias y modos de vida de los españoles que vivieron en América. <b style="mso-bidi-font-weight:normal">El complemento de esta fuente está en las ALMONEDAS o subastas de los bienes</b>, donde apareen registrados los precios en que fueron rematados los libros y sus compradores, ya que los capitales sin herederos regresarían a España.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Otros documentos que pueden advertirnos sobre la circulación de libros en Nueva España, son los <b style="mso-bidi-font-weight:normal">PAGARÉS que extendían los comerciantes de libros</b> y los <b style="mso-bidi-font-weight:normal">testamentos y memorias</b> con inventarios de bienes que se encuentran en los protocolos de los archivos notariales de la ciudad de México, entre otras. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">Pag. 63, <u>CAPÍTULO:</u> <u>HEREDERAS DE LA LETRA: MUJERES Y TIPOGRAFÍA EN LA NUEVA ESPAÑA, por Marina Garone Gravier.<o:p></o:p></u></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">La edición de libros fue un negocio esencialmente familiar, y probablemente por ello, y por la cercanía entre los hogares y talleres, habría permitido a las mujeres colaborar con las tareas de imprenta, además de ser herederas de la empresa familiar y responsable ante la ley ante la ausencia o fallecimiento del esposo, padre o hermano. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify">En Nueva España, sociedad más proclive a la movilidad social de las mujeres, la genealogía nos permite conocer que desde el primer impresor que hubo en 1539, Juan Pablós, su mujer Jerónima Gutierrez lo sucedió en el oficio.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-69465730692294641242010-04-01T07:38:00.000-07:002010-04-01T07:39:29.146-07:00PROGRAMA DE LA MATERIA 2010<p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>CARRERA: </b> Gestión e Historia de las Artes <b> año académico: </b>2010</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>division / comisión: 2 / a <wbr> turno: MAÑANA</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>obligación académica: HISTORIA DEL ARTE Y DE LA CULTURA AMERICANA Y </b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>ARGENTINA II</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>duración: 3 horas Cátedra <wbr> </b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>asignación horaria: LUNES DE 11 hs A 13 HS.</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>profesor titular / a cargo: lIC. LEONTINA ETCHELECU</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b>PROFESOR AUXILIAR/ ADJUNTO: LIC. RODRIGUEZ GIAVARINI </b></span><br /><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>objetivos de la asignatura</u></b></span></li></ol><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Hacer comprender la historia cultural de América, como una historia de las representaciones y de las prácticas, que interactúan en el juego de las relaciones dinámicas entre los distintos sistemas de percepción y de valoración de sus protagonistas: conquistadores, indígenas, esclavos, negros mulatos y mestizos. Para ello, se analizarán también, los procesos de la conquista en sus relaciones con las estructuras o instituciones preexistentes: viejos rituales vs. Nuevos mensajes.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >En este contexto variopinto, la difusión del mensaje cristiano, colocó a la IMAGEN religiosa a la vanguardia de la tarea evangelizadora. Esta “herramienta” jugó un papel decisivo dentro de la conquista, siendo necesario que se analicen y precisen influencias, señalen resistencias y tener en cuenta las mutilaciones históricas. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >A lo largo de la materia se verá como América se convirtió en un gran “observatorio visual” y se volvió la tierra de los sincretismos, del bricolage y de las duplicaciones, en su búsqueda por una identidad en construcción.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >El curso situará las formas artísticas en su rol social, es decir en cuanto a las funciones específicas asignadas a cada una de ellas por su entorno de producción y uso. Este enfoque plantea la cuestión central de la apropiación y resemantización del discurso europeo por las culturas indígenas. </span><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" start="2" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>unidades temáticas</u></b></span></li></ol><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 1: <u>Inicio de la Conquista Española en América y Nueva España. </u></b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La España de los Reyes Católicos. La carta de Colón a los reyes. La organización institucional de la América española.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Distintos argumentos en torno a la legitimidad de la conquista: teológicos y jurídicos.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Tendencias y géneros en el arte español de los siglos XVI y XVII.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Códigos de representación y registro prehispánico: Pervivencia, adaptaciones y traslaciones de elementos culturales diversos. Asimilaciones y diferencias.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La ideología de la Contrarreforma y la política barroca. La imagen como estrategia y los espacios para la devoción. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Los Artes praedicandi y la oratoria. La reformulación de la narratividad visual cristiana: escultura, culto y persuasión.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La operatividad del sistema retablístico y escultórico y su vínculo con el culto. Faces del retablo: la retórica, la vía ornamental y la desnarratividad.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La Iglesia como centro irradiador de cultura. Usos apropiaciones y resignificaciones de la imagen en América.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La Iglesia, la política de las órdenes religiosas y la evangelización.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Nueva España</u></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >El Renacimiento Español en América: El plateresco mexicano: Las capillas de indios. Los monasterios.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La Catedral de México y La Catedral de Puebla.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Arquitectura mexicana: Capilla del Sagrario, San Martín de Tepotzotlán, Santuario de Ocotlán, Santa María de Tonanzintla y San Francisco de Acatepec.</span><br /><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La importancia de la primera imprenta americana: Importación, producción censura y circulación de libros.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Herederas de las letras: las mujeres y la tipografía en la Nueva España.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Pintura:</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La pintura mural conventual de Acolman, Huejotzingo, Actopán, y Tecamachalco.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Primeros artistas: Simón Pereyns y Juan Gerson.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Pintura Mexicana: Las dinastías de artistas: Los Echave y los Juárez.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Cristóbal de Villalpando, Sebastián López de Arteaga, López de Herrera. La influencia de Rubens y el tenebrismo en la pintura.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Pintura de castas: Miguel Cabrera y Joaquín Mogón. La Guadalupana.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 2: <u>Arte y Arquitectura en el Virreinato del Perú</u></b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La predicación, y la nueva discursividad cristiana. El teatro y la religiosidad: características del teatro sacramental: la alegoría. El cortejo procesional: escenificaciones e imágenes en el espacio público: La fiesta efímera. </span><br /><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>La arquitectura en Perú</u>: Catedral de Lima, San Francisco de Lima, Iglesia de la Compañía de Cusco y Catedral de Cusco.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Altoperú: </u> La Iglesia de San Lorenzo de Potosí.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La utopía andina y el análisis iconográfico de las Iglesias de la Compañía de Arequipa, de la Catedral de Puno y de Santiago de Pomata. </span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>La escultura</u>:</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Técnicas: la escultura en madera policromada y alabastro. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La escultura Castellana y Andaluza: tipos iconográficos y resoluciones formales. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >El camino hacia la verosimilitud: agregados, vestidos y efectos de instalación.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Técnicas americanas: tela encolada, escultura en caña y maguey.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Pintura </u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La circulación de grabados, libros de estampas y comedias<u>.</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Algunos temas claves en la pintura americana; la pintura seriada e iconografía.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La iconografía de la Virgen María en la pintura colonial y el manto triangular en la región andina.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Las series angélicas: procedencia y mutaciones artísticas.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Análisis de la pintura sobre el dogma de la Trinidad: cambios estilísticos en aras de la evangelización.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Análisis del manierismo a través de la obra de Bernardo Bitti, Angelino Medoro, Antonio Mermejo y Luis de Riaño.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Las asociaciones de culto: Cofradías y gremios y su papel como comitentes.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La mano de obra indígena en la producción artística colonial. La Escuela Cusqueña:Basilio de Santa Cruz, Diego Quispe Tito y Marcos Zapata.</span><br /><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La pintura altoperuana: Melchor Pérez Holguín y Gaspar Miguel de Berrío, José López de los Ríos. Las series de las Postrimerías en el Lago Titi KaKa.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 3: <u>El Arte de la Real Audiencia de Quito</u>.</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La escuela de Artes y Oficios de San Andrés: fray Jodoco Ricke, Pedro Gosseal y fray Pedro Bedón.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Las Iglesias de San Francisco de Quito y de la Compañía de Jesús.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >El mudejarismo en las iglesias de Ecuador.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Escultura</u>:</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Influencias en la escultura. Técnicas y materiales de revestimiento. La Escuela Quiteña: Bernardo de Legarda, Manuel Chili (Caspicara), Pedro Laboria.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Pintura:</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Pintores quiteños: Andrés Sánchez Gallque, Manuel de Samaniego, Miguel de Santiago, Vicente Albán.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 4:<u> El arte y Arquitectura en el Virreinato del Río de la Plata.</u></b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Centro</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >El techo mudéjar de San Francisco de Santa Fe.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La Iglesia de la Compañía de Jesús. Las Estancias Jesuíticas de Córdoba. La Catedral de Córdoba. El Convento de Santa Catalina de Siena: ciclos pictóricos de vidas ejemplares: Deuda estilística con el Convento dominico de Cuzco y la serie hecha por Juan Espinosa de los Monteros.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Noreste</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La República Guaranítica. Arquitectura, vida cotidiana y expresiones artísticas de las principales reducciones jesuíticas. Las fases de la escultura en las Misiones del Litoral. La impronta del Hno. Brasanelli. La influencia del Hno. Blanqui y los jesuitas germanos.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La primera imprenta del Río de la Plata: La Misión de Loreto, principales producciones. El Barroco Musical. Las Misiones de Chuiquitos y Moxos.</span><br /><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Noroeste</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Influencias de estilos en nuestro territorio en la pintura y la imaginería. La Región del Noreste Argentino, la herencia del marquesado de Tojo: Las iglesias de encomiendas. Las huellas de Mateo Pizarro. Catedral de Jujuy. Las iglesias de Casabindo, Uquía, de los Molinos, Cochinoca, Yaví. Patrimonio pictórico, series angélicas, de profetas y de santas.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Salta y el Cristo del Milagro. La Catedral y la iglesia de San Francisco.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Tomás Cabrera y el comienzo de la pintura histórica en nuestro territorio.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" > </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Buenos Aires</u> y las influencias luso-brasileras. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >La arquitectura del siglo XVIII en Buenos Aires: La Iglesia del Pilar, la Iglesia de San Ignacio, San Pedro Telmo y el conjunto de las sibilas de la sacristía.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Pintura y Escultura</u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Eclecticismo rioplatense: El portugués Manuel Coyto; el valenciano Miguel Aucell, el tallista navarro Isidro Lorea y el filipino Esteban Sampzon.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Martín de Pietris y Ángel María Camponeschi.</span><br /><br /><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 5: <u>Arte y Arquitectura en Brasil</u></b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Diferencias de colonización entre España y Portugal. Primeras fundaciones</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>La Arquitectura del Brasil</u>: Arquitectura rural y urbana. San Pablo, Bahía, Pernambuco y los templos barrocos de Minas Gerais: características peculiares. Iglesia de San Benito de Olinda; Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria; Iglesia del Buen Jesús de Matosinhos; Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Escultura</u>: Evolución y características. La escultura en barro cocido: Fray Agostinho de Jesus y Fray Agostinho da Piedade. Escultura en madera policromada y en piedra: La obra de Antonio Francisco de Lisboa (Aleijadinho).</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Pintura</u>: La pintura colonial brasileña. Primeros estudios artísticos y científicos: Albert Eckhout y Frans Post. José Joaquim da Rocha y José Teóphilo de Jesus. Pintura Ilusionista de techos. Azulejos.</span><br /><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" start="3" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>lecturas obligatorias</u></b></span></li></ol> <h5 style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 1</b></span></h5> <h5 style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Elliott, J. H. <u>La España Imperial. 1469-1716.</u>Barcelona. Vicens Vives. 1996. Cap. 3. pp.77-135. </span></h5> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sebastián, Santiago. <u> Contrarreforma y Barroco.</u> Madrid, Alianza. 1989. Cap. V. Persistencia de la tradición bíblica. pp.126-139; Cap. VI: El arte al servicio del dogma.147-149; </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gutiérrez, Ramón (Coordinador) <u> Pintura, escultura y Artes Útiles en Iberoamérica, 1500-1825</u>. Madrid. Cátedra. 1995. Cap. 18: Ates decorativas en el Virreinato de la Nueva España. María Ángeles ALBERT. pp. 315-333.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Lucena Salmoral, Manuel. <u> Historia de Iberoamérica. Tomo II. Historia Moderna</u>Madrid, Cátedra, 1990. Cap.II.2.2.4 Los orígenes de la sociedad tricolor, pp.377-397.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Pérez Sanchez, Alfonso. <u> Pintura barroca en España, 1600-1750</u>. Madrid, Cátedra, 2000. Introducción y cap. 3.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Moreno Villa, José. <u> Escultura colonial mexicana, Fondo de Cultura Económico</u>, 1986. pp.28-38 y 65-72.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sebastián, Santiago y otros. <u>Arte Iberoamericano desde la Colonia a la Independencia. </u> <b><u>Tomo XXVIII</u></b><u>. </u>Colección Summa Artis, Espasa Calpe. Madrid, 1985.pp.110-210 ; 488-525.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >----------- <u>Arte Iberoamericano desde la Colonia a la Independencia. </u> <b><u>Tomo XXIX</u></b>. Summa Artis. Espasa Calpe. Madrid. 1985. pp.206-212; 218-227 y 250-266.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gutierrez Haces, Juana. <u> Tradición, estilo y escuela en la historiografía del arte virreinal mexicano</u>. 2004. En Primer seminario de Pintura Virreinal. Tradición, estilo o escuela en la pintura iberoamericana. Siglos XVI-XVII. Edición de UNAM, México, 2004.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Dujovne, Marta. <u>Los enconchados de la conquista de México</u>. Catálogo exhibición del Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina en el Museo El Carmen, México DF, Nov. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >1997-Enero 1998.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gruzinski, Serge. <u> La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a “Blade Runner” (1492-2019). </u> Fondo de Cultura Económico, 1994, 71-118.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sigaut, Nelly. <u>Recursos y discursos del arte de pintar.</u> En José Juárez, México, Museo Nacional de Arte-Banamex, 2002.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Penhos, Marta y Martino, Ana. Finalidad y función de la imagen en América, en <u>Materiales de Estudio I</u>. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, 2006, pp. 11-18.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Magaloni Kerpel, Diana, <u> Imágenes de la conquista de México en los códices del siglo XVI. Una lectura de su contenido simbólico. </u></span><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>En <a href="http://www.analesiie.unam.mx/pdf/82_05-46.pdf" target="_blank">http://www.analesiie.unam.mx/<wbr>pdf/82_05-46.pdf</a></b></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Revista Artes de México, nº 8, 1990. Jacques Lafaye et. al, La sociedad de Castas en la Nueva España, pp.25-34</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >-----------------------------, nº 8, 1990. De Orellana, Margarita et. Al. La fiebre de la imagen en la pintura de castas.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >-----------------------------, nº 8, 1990. Castelló Yturbide. La indumentaria en las castas del mestizaje. Pp. 73-79.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>Fuentes: </u></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >1) Carta de Colón anunciando el descubrimiento, 13 de octubre de 1492.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >2) Requerimiento que ha de hacerse e los indios para que se sometan, 1513.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >3) La invocación, veneración y reliquias de los santos, Y de las sagradas imágenes. Sesión XXV, Concilio de Trento, 1563.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 2</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><a href="http://www.colonialart.org/" target="_blank"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><u>www.colonialart.org</u></span></a><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >: El grabado como fuente del arte colonial, de Francisco Statsny. </span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo. <u>El retorno de los ángeles. Barroco de las cumbres en Bolivia.</u> Unione Latina. Museo Fernández Blanco de Buenos Aires. Mayo 2000. Cap. 1: La jerarquía de los ángeles. pp. 25-31; Cap.4: La pintura colonial boliviana. pp. 113-116.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo para la <u> exposición de las Sibilas de San Pedro Telmo</u>. Burucúa, José Emilio y Rodriguez Romero, Agustina, UNSAM.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Mesa Figueroa, José y Gisbert de Mesa, Teresa. <u>El arte del siglo XVI en Perú y Bolivia.</u> en Sebastián, Santiago y Otros. Arte Iberoamericano desde la Colonia a la Independencia. <b>Tomo XXVIII</b>. Col Summa Artis, Espasa Calpe, Madrid, 1985. Las Catedrales: pp.364-375; La Escultura: 395-432.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >---------------<b>Tomo XXIX</b>. Arquitectura mestiza en la Audiencia de Charcas: Pp.495- 507.Pintura Cusqueña: pp.545-562.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Penhos, Marta. La mano de obra indígena en la producción colonial, en <u>Materiales de Estudio 1</u>. Ed. UBA, Facultad de Filosofía y Letras, 2006.pp. 23-30.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Cummins, Tom. <u>Imitación e invención en el barroco peruano</u>. En Barroco Peruano 2,</span><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:85%;" > </span><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Lima, Banco de Crédito del Perú, 2003.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Etchelecu, Leontina. “Diversas formas que adopta la religión andina. Yuxtaposiciones peligrosas", en: <u>Hispania Sacra</u> /LIX/119, enero-junio de 2007, pp. 293-301.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Siracusano, G., Etchelecu, L., Rodriguez Romero, A., “Cielos e Infiernos en la pintura colonial, Siglos XVII-XVIII”, en: <i>II Jornadas sobre Artes y Ciencias en la América Colonial</i>, Biblioteca Nacional, Buenos Aires, 2005. Edición digital.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Siracusano, Gabriela, <u> Colores en los Andes. Hacer, saber y poder</u>, en Nuevo Mundo mundos nuevos, Optika, mis en ligne le 8 septembre 2005, référence du 9 avril 2008, disponible sur: </span><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b><a href="http://nuevomundo.revues.org/document1079.html" target="_blank">http://nuevomundo.revues.org/<wbr>document1079.html</a></b></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Rodríguez Romero, A.: “Imágenes que crean imágenes. Pinturas y estampas francesas en América colonial”, en: Guzmán, F., Cortés, G. y Martínez, J.M. (comp.): <u> Arte y Crisis en Iberoamérica. Segundas Jornadas de Historia del Arte,</u> Ril Editores, Santiago de Chile, 2004, pp. 77-84. Disponible en: </span><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b><a href="http://books.google.com.ar/books?id=UBu8xDMSWSEC&printsec=frontcover&dq=arte+y+crisis&cd=1#v=onepage&q=&f=false" target="_blank">http://books.google.com.ar/<wbr>books?id=UBu8xDMSWSEC&<wbr>printsec=frontcover&dq=arte+y+<wbr>crisis&cd=1#v=onepage&q=&f=<wbr>false</a></b></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Schenone, Héctor. <u> Santa María</u>. Buenos, EDUCA. 2008.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Siracusano, Gabriela, <u> El “cuerpo” de las imágenes andinas. Una mirada interdisciplinaria. En </u></span><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b><u><a href="http://www.analesiie.unam.mx/toc/ultnum.html" target="_blank">http://www.analesiie.unam.mx/<wbr>toc/ultnum.html</a></u></b></span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Siracusano, Gabriela<u>. El poder de los colores. De lo material a lo simbólico en las prácticas culturas andinas. Siglos XVI-XVIII</u>. Buenos Aires. FDE. 2005, pp.267-321.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Mujica Pinilla, Ramón. <u> Arte e identidad. Las raíces culturales</u>. En Barroco Peruano 1, Lima, Banco de Crédito del Perú, 2003.</span></p> <h5 style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 3</b></span></h5><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Navarro, José Gabriel<u>. La escultura en el Ecuador durante los siglos XVI, XVII y XVII</u>.Ecuador, Trama Ediciones, 2006. pp. 95-107 y 183-221.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Kennedy, Alexandra <u> Arte de la Real audiencia de Quito, siglos XVII-XIX. </u> 2002.España Editorial Nerea S.A., Cap. II, pp.43-65</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >----------------Cap. IV La Iglesia de la Compañía de Jesús de Quito, cabeza de serie de la arquitectura barroca en la antigua audiencia de Quito. Alfonso Ortiz Crespo. Pp. 87-97. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gutierrez, Ramón (Coordinador<u>). Pintura, escultura y artes útiles en Iberoamérica, 1500-1825</u>. Cap. 17: Las techumbres mudéjares en américa. Por el Dr. Rafael López Guzman. Pp. 305-314.</span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 4</b></span><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Academia Nacional de Historia <u>Nueva Historia de la Nación Argentina</u>. Buenos Aires, Planeta, Tomo II, Ernesto Maeder. La Iglesia misional y la evangelización del mundo indígena. pp. 433-468.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sustersic, Bozidar Darko, <u> Las Misiones Jesuíticas-Guaraníes: sociedad, arte y religión</u>. En Actas del Segundo Encuentro sobre Patrimonio Jesuítico, Buenos Aires, 2004.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sustersic, Bozidar Darko. <u> Introducción a las culturas del bosque y selva antes, durante y después de las Misiones</u>, en Fichas de Cátedra.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Etchelecu, Leontina, <u> La imprenta en las Misiones</u>, en Materiales de Estudio.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gutiérrez, Ramón (Coordinador). <u> Pintura, escultura y artes útiles en Iberoamérica, 1500-1825</u>. Madrid, Cátedra, 1995. Cap. 15: La escultura en el Río de la Plata durante el período colonial. Darko Sustersic. pp. 271-282. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Etchelecu, Leontina<u>. Pintura del Noroeste Argentino (NOA)</u>, en Materiales de Estudio.</span><br /><br /></p> <h5 style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" ><b>Unidad 5</b></span></h5><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><p style="color: rgb(0, 0, 0);"> </p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gutiérrez, Ramón (Coordinador). <u> Pintura, escultura y artes útiles en Iberoamérica, 1500-1825.</u> Madrid, Cátedra, 1995. Cap.16: La pintura y escultura en Brasil. Miriam Ribeiro de Oliveira. pp. 283-304.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Tirapeli, Percival (compilador) <u> Barrocoa mamória Viva. Arte Sacra Colonial</u> FUndaçao Editora da UNESP, San Pablo, 2005. (p. 90-145) </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo <u>Brazil, Body & Soul</u> Exposición en el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York, Octubre 2001-Enero 2002. (p. 92; 128-156; 164)</span><br /><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" start="4" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>bibliografía complementaria</u></b></span></li></ol><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://www.cervantesvirtual.com/" target="_blank"><span style=";font-family:Calibri;font-size:130%;" ><u>www.cervantesvirtual.com</u></span></a></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://www.colonialart.org/" target="_blank"><span style=";font-family:Calibri;font-size:130%;" ><u>www.colonialart.org</u></span></a></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://www.educared.pe/" target="_blank"><span style=";font-family:Calibri;font-size:130%;" ><u>www.educared.pe</u></span></a></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://www.bne.es/" target="_blank"><span style=";font-family:Calibri;font-size:130%;" ><u>http://www.bne.es</u></span></a></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://www.artehistoria.jcyl.es/" target="_blank"><span style=";font-family:Calibri;font-size:130%;" ><u>http://www.artehistoria.jcyl.<wbr>es/</u></span></a></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);"><a href="http://www.coloresenlosandes.com.ar/" target="_blank"><span style=";font-family:Calibri;font-size:130%;" ><u>www.coloresenlosandes.com.ar</u></span></a><br /></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo. <u>AMÉRICA. Bride of the sun. 500 years Latin America and the Low Countries.</u> Exposición en el Royal Museum of Fine Arts. Antwerp, Febrero-Mayo 1992.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo. <u>Los siglos de oro en los Virreinatos de América. 1550-1700</u>, Madrid, Museo de América. noviembre 1999 – febrero 2000.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo. Mostra do Descobrimento. <u>Arte Barroca</u>, Parque Ibirapuera, San Pablo, abril – septiembre 2000.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Catálogo. Duncan, Barbara y otros. <u>Gloria in Excelsis</u>. The Virgin and Angels in Viceregal Painting of Peru and Bolivia, ew York, Center for Inter-American Realtions, 1986. </span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Gutiérrez, Ramón. <u> Arquitectura y Urbanismo en Iberoamérica</u>. Madrid, Cátedra, 1983.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Kubler, G. <u>Arquitectura mexicana del siglo XVI</u>, México, Fondo de Cultura Económica, 1982.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Mesa, José de y Gisbert, Teresa. <u>Historia de la Pintura Cusqueña, 2 vols</u>., Lima, Banco Wiese Ltda. 1982.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Mesa, José de y Gisbert, Teresa. <u>Holguín y la pintura virreinal en Bolivia. </u> La Paz, Librería Editorial Juventud, 1977.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Schenone, Héctor. <u> Iconografía del Arte Colonial. Los Santos</u>. 2 vols., Buenos Aires, Fundación Tarea, 1992.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Schenone, Héctor.<u> Iconografía del Arte Colonial. Jesucristo</u>, Buenos Aires, Fundación Tarea, 1998.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sebastián, Santiago. <u> El Barroco Iberoamericano. Mensaje iconográfico.</u> Madrid, Ediciones</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Encuentro, 1990.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sebastián, Santiago. <u> Iconografía del indio americano. Siglos XVI-XVII</u>, Madrid, Ed. Tuero, 1992.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Sebastián, Santiago. <u> Iconografía e Iconología del Arte Novohispano, </u> México, Grupo Azabache, 1992.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >DVD <u>Misiones Jesuíticas, reducciones e imagenería</u>. Autor: Sergio Raczko. Producciones de Video Roque Gonzalez de santa Cruz.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >DVD “<u>El conjunto de las estancias y de la Manzana Jesuítica de Córdoba. Patrimonio Cultural de la Humanidad</u>”. Autor Raczko et al.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >DVD <u>Las Misiones de Chiquitos, Bolivia</u>. Autor: S.Raczko. Producciones de Video: Estudio Roque Gonzalez de Santa Cruz.</span></p> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >DVD <u>Florian Paucke. Su vida entre los mocovíes.</u> Autor: S. Raczko. Producciones de Video: Estudio Roque Gonzalez de Santa Cruz. </span><br /><br /><br /><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" start="5" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>sistema de evaluación parcial</u></b></span></li></ol><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >Durante el curso se tomarán dos parciales escritos sobre los diferentes puntos del programa desarrollado en los teóricos, complementándose con la bibliografía obligatoria determinada por el docente. Además, los alumnos deberán entregar un informe como resultado de la visita a un Museo.</span><br /><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" start="6" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>sistema de evaluación final</u></b></span></li></ol><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <p style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style=";font-family:Tahoma;font-size:100%;" >El final será oral; al comienzo del examen, el alumno desarrollará un tema elegido por él y luego el docente procederá a interrogarlo sobre diferentes puntos del programa desarrollado durante el curso.</span><br /></p> <ol style="color: rgb(0, 0, 0);" start="7" type="1"><li><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" ><b><u>firma del profesor titular ó a cargo de cátedra y fecha </u></b></span></li></ol><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);"> </span><br /> <ul style="color: rgb(0, 0, 0);"><p><span style=";font-family:Century Gothic;font-size:100%;" >Lic. Leontina Etchelecu<b><u> </u></b></span></p></ul>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-55281522143479004302010-03-29T09:24:00.000-07:002010-03-29T09:25:55.021-07:00DOCUMENTOS DE LECTURA OBLIGATORIACarta de Colón a los Reyes Católicos, de 1493<br /><br />Requerimiento que ha de hacerse a los indios, de 1513<br /><br />Sesión XXV, del Concilio de Trento 1545-1563Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-13787633157467199112010-03-25T06:56:00.000-07:002010-03-25T06:57:51.102-07:00Imágenes que crean imágenes.<a href="<a title="View Imágenes que crean imágenes, Pinturas y estampas francesas… on Scribd" href="http://www.scribd.com/doc/28906576/Imagenes-que-crean-imagenes-Pinturas-y-estampas-francesas…" style="margin: 12px auto 6px auto; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 14px; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; -x-system-font: none; display: block; text-decoration: underline;">Imágenes que crean imágenes, Pinturas y estampas francesas…</a> <object id="doc_360648588713103" name="doc_360648588713103" height="600" width="100%" type="application/x-shockwave-flash" data="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf" style="outline:none;" > <param name="movie" value="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf"> <param name="wmode" value="opaque"> <param name="bgcolor" value="#ffffff"> <param name="allowFullScreen" value="true"> <param name="allowScriptAccess" value="always"> <param name="FlashVars" value="document_id=28906576&access_key=key-z3nqwj541fphmehb9vz&page=1&viewMode=list"> <embed id="doc_360648588713103" name="doc_360648588713103" src="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf?document_id=28906576&access_key=key-z3nqwj541fphmehb9vz&page=1&viewMode=list" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="600" width="100%" wmode="opaque" bgcolor="#ffffff"></embed> </object>"></a>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-10484451954959891172010-03-25T06:54:00.000-07:002010-03-25T06:56:22.748-07:00Códices Mexicanos<a href="<a title="View Codices Mexicanos on Scribd" href="http://www.scribd.com/doc/28906571/Codices-Mexicanos" style="margin: 12px auto 6px auto; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 14px; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; -x-system-font: none; display: block; text-decoration: underline;">Codices Mexicanos</a> <object id="doc_651063916554172" name="doc_651063916554172" height="600" width="100%" type="application/x-shockwave-flash" data="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf" style="outline:none;" > <param name="movie" value="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf"> <param name="wmode" value="opaque"> <param name="bgcolor" value="#ffffff"> <param name="allowFullScreen" value="true"> <param name="allowScriptAccess" value="always"> <param name="FlashVars" value="document_id=28906571&access_key=key-srl0lx4ipusomi22awn&page=1&viewMode=list"> <embed id="doc_651063916554172" name="doc_651063916554172" src="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf?document_id=28906571&access_key=key-srl0lx4ipusomi22awn&page=1&viewMode=list" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="600" width="100%" wmode="opaque" bgcolor="#ffffff"></embed> </object>"></a>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-28011089657396507742010-03-25T06:51:00.000-07:002010-03-25T06:54:19.628-07:00Nelly Sigaut "Guadalupe, Arte y Liturgia."<a href="<a title="View Reseña Sigaut on Scribd" href="http://www.scribd.com/doc/28906562/Resena-Sigaut" style="margin: 12px auto 6px auto; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 14px; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; -x-system-font: none; display: block; text-decoration: underline;">Reseña Sigaut</a> <object id="doc_734556179082889" name="doc_734556179082889" height="600" width="450" type="application/x-shockwave-flash" data="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf" style="outline:none;" > <param name="movie" value="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf"> <param name="wmode" value="opaque"> <param name="bgcolor" value="#ffffff"> <param name="allowFullScreen" value="true"> <param name="allowScriptAccess" value="always"> <param name="FlashVars" value="document_id=28906562&access_key=key-yqfzevb5jpxcl5w5re4&page=1&viewMode=list"> <embed id="doc_734556179082889" name="doc_734556179082889" src="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf?document_id=28906562&access_key=key-yqfzevb5jpxcl5w5re4&page=1&viewMode=list" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="600" width="450" wmode="opaque" bgcolor="#ffffff"></embed> </object>"></a>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-6299912527614910812010-03-25T06:48:00.000-07:002010-03-25T06:50:31.589-07:00Maquívar, María del Consuelo. “De lo permitido a lo prohibido. Iconografía de la Santísima Trinidad en la Nueva España”<a href="http://www.blogger.com/%3Ca%20title=" view="" a="" maquivar="" on="" style="margin: 12px auto 6px auto; font-family: Helvetica,Arial,Sans-serif; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 14px; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; -x-system-font: none; display: block; text-decoration: underline;">RESEÑA MAQUIVAR</a> <object id="doc_148978037721756" name="doc_148978037721756" height="600" width="450" type="application/x-shockwave-flash" data="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf" style="outline:none;"> <param name="movie" value="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf"> <param name="wmode" value="opaque"> <param name="bgcolor" value="#ffffff"> <param name="allowFullScreen" value="true"> <param name="allowScriptAccess" value="always"> <param name="FlashVars" value="document_id=28906578&access_key=key-2n6lksgahtow1ps65y7o&page=1&viewMode=list"> <embed id="doc_148978037721756" name="doc_148978037721756" src="http://d1.scribdassets.com/ScribdViewer.swf?document_id=28906578&access_key=key-2n6lksgahtow1ps65y7o&page=1&viewMode=list" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" height="600" width="450" wmode="opaque" bgcolor="#ffffff"></embed> </object>">Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-5452302129350794962010-03-25T06:35:00.001-07:002010-03-30T05:57:20.284-07:00Entrada del Virrey Morcillo a Potosí (detalle)- Melchor Pérez de Holguín - XVIII - Escuela altoperuana - Museo Americano (Madrid)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFTJXUw2TuxASS5jhXyJP_v_7JqxO9twyZEGAvIthYsS7CEkQE-rx-qkOPmDe241nj02Z20yTO2cOgwjVIY9pETmdpH3Y5K1etr6MPOSewd12v5tJEOn2zcfk4KafWxeXCWEPE1aucIqo/s1600/PEREZ+HOLGUIN001.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 230px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFTJXUw2TuxASS5jhXyJP_v_7JqxO9twyZEGAvIthYsS7CEkQE-rx-qkOPmDe241nj02Z20yTO2cOgwjVIY9pETmdpH3Y5K1etr6MPOSewd12v5tJEOn2zcfk4KafWxeXCWEPE1aucIqo/s320/PEREZ+HOLGUIN001.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5452564693443559666" /></a>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-61533695813231536532010-03-23T10:01:00.000-07:002010-03-23T11:28:41.903-07:00Concilio de Trento<span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Verdana, Arial, Georgia, sans-serif;font-size:12px;"><h2 id="4-p0.14" size="large" style="text-align: left; font-weight: bold; ">EL PURGATORIO</h2><h3 id="4-p0.14.1" size="medium" style="text-align: left; font-weight: bold; ">SESIÓN XXV</h3><p class="normal" id="4-p26" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; "><i style="font-style: italic; ">Que es la IX y última celebrada en tiempo del sumo Pontífice Pío IV, principiada el día 3, y acabada en el 4 de diciembre de 1563.</i></p><h4 id="4-p0.14.1.1" size="small" style="text-align: left; font-weight: bold; ">DECRETO SOBRE EL PURGATORIO</h4><p class="normal" id="4-p27" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">Habiendo la Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, según la doctrina de la sagrada Escritura y de la antigua tradición de los Padres, enseñado en los sagrados concilios, y últimamente en este general de Trento, que hay Purgatorio; y que las almas detenidas en él reciben alivio con los sufragios de los fieles, y en especial con el aceptable sacrificio de la misa; manda el santo Concilio a los Obispos que cuiden con suma diligencia que la sana doctrina del Purgatorio, recibida de los santos Padres y sagrados concilios, se enseñe y predique en todas partes, y se crea y conserve por los fieles cristianos. Exclúyanse empero de los sermones, predicados en lengua vulgar a la ruda plebe, las cuestiones muy difíciles y sutiles que nada conducen a la edificación, y con las que rara vez se aumenta la piedad. Tampoco permitan que se divulguen, y traten cosas inciertas, o que tienen vislumbres o indicios de falsedad. Prohiban como escandalosas y que sirven de tropiezo a los fieles las que tocan en cierta curiosidad, o superstición, o tienen resabios de interés o sórdida ganancia. Mas cuiden los Obispos que los sufragios de los fieles, es a saber, los sacrificios de las misas, las oraciones, las limosnas y otras obras de piedad, que se acostumbran hacer por otros fieles difuntos, se ejecuten piadosa y devotamente según lo establecido por la Iglesia; y que se satisfaga con diligencia y exactitud cuanto se debe hacer por los difuntos, según exijan las fundaciones de los testadores, u otras razones, no superficialmente, sino por sacerdotes y ministros de la Iglesia y otros que tienen esta obligación.</p><h2 id="4-p0.15" size="large" style="text-align: left; font-weight: bold; ">LA INVOCACIÓN, VENERACIÓN Y RELIQUIAS DE LOS SANTOS,Y DE LAS SAGRADAS IMÁGENES</h2><p class="normal" id="4-p28" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">Manda el santo Concilio a todos los Obispos, y demás personas que tienen el cargo y obligación de enseñar, que instruyan con exactitud a los fieles ante todas cosas, sobre la intercesión e invocación de los santos, honor de las reliquias, y uso legítimo de las imágenes, según la costumbre de la Iglesia Católica y Apostólica, recibida desde los tiempos primitivos de la religión cristiana, y según el consentimiento de los santos Padres, y los decretos de los sagrados concilios; enseñándoles que los santos que reinan juntamente con Cristo, ruegan a Dios por los hombres; que es bueno y útil invocarlos humildemente, y recurrir a sus oraciones, intercesión, y auxilio para alcanzar de Dios los beneficios por Jesucristo su hijo, nuestro Señor, que es sólo nuestro redentor y salvador; y que piensan impíamente los que niegan que se deben invocar los santos que gozan en el cielo de eterna felicidad; o los que afirman que los santos no ruegan por los hombres; o que es idolatría invocarlos, para que rueguen por nosotros, aun por cada uno en particular; o que repugna a la palabra de Dios, y se opone al honor de Jesucristo, único mediador entre Dios y los hombres; o que es necedad suplicar verbal o mentalmente a los que reinan en el cielo.</p><p class="normal" id="4-p29" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">Instruyan también a los fieles en que deben venerar los santos cuerpos de los santos mártires, y de otros que viven con Cristo, que fueron miembros vivos del mismo Cristo, y templos del Espíritu Santo, por quien han de resucitar a la vida eterna para ser glorificados, y por los cuales concede Dios muchos beneficios a los hombres; de suerte que deben ser absolutamente condenados, como antiquísimamente los condenó, y ahora también los condena la Iglesia, los que afirman que no se deben honrar, ni venerar las reliquias de los santos; o que es en vano la adoración que estas y otros monumentos sagrados reciben de los fieles; y que son inútiles las frecuentes visitas a las capillas dedicadas a los santos con el fin de alcanzar su socorro. Además de esto, declara que se deben tener y conservar, principalmente en los templos, las imágenes de Cristo, de la Virgen madre de Dios, y de otros santos, y que se les debe dar el correspondiente honor y veneración: no porque se crea que hay en ellas divinidad, o virtud alguna por la que merezcan el culto, o que se les deba pedir alguna cosa, o que se haya de poner la confianza en las imágenes, como hacían en otros tiempos los gentiles, que colocaban su esperanza en los ídolos; sino porque el honor que se da a las imágenes, se refiere a los originales representados en ellas; de suerte, que adoremos a Cristo por medio de las imágenes que besamos, y en cuya presencia nos descubrimos y arrodillamos; y veneremos a los santos, cuya semejanza tienen: todo lo cual es lo que se halla establecido en los decretos de los concilios, y en especial en los del segundo Niceno contra los impugnadores de las imágenes.</p><p class="normal" id="4-p30" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">Enseñen con esmero los Obispos que por medio de las historias de nuestra redención, expresadas en pinturas y otras copias, se instruye y confirma el pueblo recordándole los artículos de la fe, y recapacitándole continuamente en ellos: además que se saca mucho fruto de todas las sagradas imágenes, no sólo porque recuerdan al pueblo los beneficios y dones que Cristo les ha concedido, sino también porque se exponen a los ojos de los fieles los saludables ejemplos de los santos, y los milagros que Dios ha obrado por ellos, con el fin de que den gracias a Dios por ellos, y arreglen su vida y costumbres a los ejemplos de los mismos santos; así como para que se exciten a adorar, y amar a Dios, y practicar la piedad. Y si alguno enseñare, o sintiere lo contrario a estos decretos, sea excomulgado. Mas si se hubieren introducido algunos abusos en estas santas y saludables prácticas, desea ardientemente el santo Concilio que se exterminen de todo punto; de suerte que no se coloquen imágenes algunas de falsos dogmas, ni que den ocasión a los rudos de peligrosos errores. Y si aconteciere que se expresen y figuren en alguna ocasión historias y narraciones de la sagrada Escritura, por ser estas convenientes a la instrucción de la ignorante plebe; enséñese al pueblo que esto no es copiar la divinidad, como si fuera posible que se viese esta con ojos corporales, o pudiese expresarse con colores o figuras. Destiérrese absolutamente toda superstición en la invocación de los santos, en la veneración de las reliquias, y en el sagrado uso de las imágenes; ahuyéntese toda ganancia sórdida; evítese en fin toda torpeza; de manera que no se pinten ni adornen las imágenes con hermosura escandaloa; ni abusen tampoco los hombres de las fiestas de los santos, ni de la visita de las reliquias, para tener convitonas, ni embriagueces: como si el lujo y lascivia fuese el culto con que deban celebrar los días de fiesta en honor de los santos. Finalmente pongan los Obispos tanto cuidado y diligencia en este punto, que nada se vea desordenado, o puesto fuera de su lugar, y tumultuariamente, nada profano y nada deshonesto; pues es tan propia de la casa de Dios la santidad. Y para que se cumplan con mayor exactitud estas determinaciones, establece el santo Concilio que a nadie sea lícito poner, ni procurar se ponga ninguna imagen desusada y nueva en lugar ninguno, ni iglesia, aunque sea de cualquier modo exenta, a no tener la aprobación del Obispo. Tampoco se han de admitir nuevos milagros, ni adoptar nuevas reliquias, a no reconocerlas y aprobarlas el mismo Obispo. Y este luego que se certifique en algún punto perteneciente a ellas, consulte algunos teólogos y otras personas piadosas, y haga lo que juzgare convenir a la verdad y piedad. En caso de deberse extirpar algún abuso, que sea dudoso o de difícil resolución, o absolutamente ocurra alguna grave dificultad sobre estas materias, aguarde el Obispo antes de resolver la controversia, la sentencia del Metropolitano y de los Obispos comprovinciales en concilio provincial; de suerte no obstante que no se decrete ninguna cosa nueva o no usada en la Iglesia hasta el presente, sin consultar al Romano Pontífice.</p><p class="normal" id="4-p30" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; "><a href="http://multimedios.org/docs/d000436/p000005.htm"><span class="Apple-style-span" style="color:#000000;">http://multimedios.org/docs/d000436/p000005.htm</span></a></p><p class="normal" id="4-p30" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; "><br /></p><p class="normal" id="4-p30" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; "></p><h2 id="5-p0.16" size="large" style="text-align: left; font-weight: bold; ">LOS RELIGIOSOS Y LAS MONJAS</h2><p class="normal" id="5-p1" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">El mismo sacrosanto Concilio, prosiguiendo la reforma, ha determinado establecer lo que se sigue.</p><h5 id="5-p0.16.0.0.1" style="font-weight: normal; font-style: italic; text-align: left; margin-top: 6pt; margin-bottom: 6pt; ">CAP. I. Ajusten su vida todos los Regulares a la regla que profesaron: cuiden los Superiores con celo de que así se haga.</h5><p class="normal" id="5-p2" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">No ignorando el santo Concilio cuánto esplendor y utilidad dan a la Iglesia de Dios los monasterios piadosamente establecidos y bien gobernados, ha tenido por necesario mandar, como manda en este decreto, con el fin de que más fácil y prontamente se restablezca, donde haya decaído, la antigua y regular disciplina, y persevere con más firmeza donde se ha conservado: Que todas las personas regulares, así hombres como mujeres, ordenen y ajusten su vida a la regla que profesaron; y que en primer lugar observen fielmente cuanto pertenece a la perfección de su profesión, como son los votos de obediencia, pobreza y castidad, y los demás, si tuvieren otros votos y preceptos peculiares de alguna regla y orden, que respectivamente miren a conservar la esencia de sus votos, así como a la vida común, alimentos y hábitos; debiendo poner los superiores así en los capítulos generales y provinciales, como en la visita de los monasterios, la que no dejen de hacer en los tiempos asignados, todo su esmero y diligencia en que no se aparten de su observancia: constándoles evidentemente que no pueden dispensar, o relajar los estatutos pertenecientes a la esencia de la vida regular; pues si no conservaren exactamente estos que son la basa y fundamento de toda la disciplina religiosa, es necesario que se desplome todo el edificio.</p><h5 id="5-p0.16.0.0.2" style="font-weight: normal; font-style: italic; text-align: left; margin-top: 6pt; margin-bottom: 6pt; ">CAP. II. Prohíbese absolutamente a los religiosos la propiedad.</h5><p class="normal" id="5-p3" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">No pueda persona regular, hombre ni mujer, poseer, o tener como propios, ni aun a nombre del convento, bienes muebles, ni raíces, de cualquier calidad que sean, ni de cualquier modo que los hayan adquirido, sino que se deben entregar inmediatamente al superior, e incorporarse al convento. Ni sea permitido en adelante a los superiores conceder a religioso alguno bienes raíces, ni aun en usufructo, uso, administración o encomienda. Pertenezca también la administración de los bienes de los monasterios, o de los conventos a sólo oficiales de estos, los que han de ser amovibles a voluntad del superior. Y el uso de los bienes muebles ha de permitirse por los superiores en tales términos, que corresponda el ajuar de sus religiosos al estado de pobreza que han profesado: nada haya superfluo en su menaje; mas nada tampoco se les niegue de lo necesario. Y si se hallare, o convenciere alguno que posea alguna cosa en otros términos, quede privado por dos años de voz activa y pasiva, y castíguesele también según las constituciones de su regla y orden.</p><h5 id="5-p0.16.0.0.3" style="font-weight: normal; font-style: italic; text-align: left; margin-top: 6pt; margin-bottom: 6pt; ">CAP. III. Todos los monasterios, a excepción de los que se mencionan, pueden poseer bienes raíces: asígneseles número de individuos según sus rentas; o según las limosnas que reciben: no se erijan ningunos sin licencia del Obispo.</h5><p class="normal" id="5-p4" style="margin-bottom: 0pt; text-indent: 0.25in; margin-top: 0pt; ">El santo Concilio concede que puedan poseer en adelante bienes raíces todos los monasterios y casas así de hombres como de mujeres, e igualmente de los mendicantes, a excepción de las casas de religiosos Capuchinos de san Francisco, y de los que se llaman Menores observantes; aun aquellos a quienes o estaba prohibido por sus constituciones, o no les estaba concedido por privilegio Apostólico. Y si algunos de los referidos lugares se hallasen despojados de semejantes bienes, que lícitamente poseían con permiso de la autoridad Apostólica; decreta que todos se les deben restituir. Mas en los monasterios y casas mencionadas de hombres y de mujeres, que posean o no posean bienes raíces, sólo se ha de establecer, y mantener en adelante aquel número de personas que se pueda sustentar cómodamente con las rentas propias de los monasterios, o con las limosnas que se acostumbra recibir; ni en adelante se han de fundar semejantes casas, a no obtener antes la licencia del Obispo, en cuya diócesis se han de fundar.</p><h5 id="5-p0.16.0.0.4" style="font-weight: normal; font-style: italic; text-align: left; margin-top: 6pt; margin-bottom: 6pt; ">CAP. IV. No se sujete el religioso a la obediencia de extraños, ni deje su convento sin licencia del Superior. El que esté destinado a universidad, habite dentro de convento.</h5><div><a href="http://multimedios.org/docs/d000436/p000006.htm"><span class="Apple-style-span" style="color:#000000;">http://multimedios.org/doc</span><span class="Apple-style-span" style="color:#CCCCCC;">s/d000436/p000006.htm</span></a></div><p></p></span>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-88387900762274912962010-03-23T09:52:00.000-07:002010-03-25T05:14:59.537-07:00Cristóbal Colón - La carta de Colón anunciando el descubrimeinto<span class="Apple-style-span" style=" border-collapse: collapse; font-family:'Times New Roman';font-size:medium;"><p align="justify"><span>Señor, porque sé que habréis placer de la gran victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viaje, vos escribo ésta, por la cual sabréis como en 33 días pasé de las islas de Canaria a las Indias con la armada que los ilustrísimos rey y reina nuestros señores me dieron, donde yo hallé muy muchas islas pobladas con gente sin número; y de ellas todas he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y bandera real extendida, y no me fue contradicho.</span></p><p align="justify"><span>A la primera que yo hallé puse nombre San Salvador a comemoración de Su Alta Majestad, el cual maravillosamente todo esto ha dado; los Indios la llaman Guanahaní; a la segunda puse nombre la isla de Santa María de Concepción; a la tercera Fernandina; a la cuarta la Isabela; a la quinta la isla Juana [Cuba], y así a cada una nombre nuevo.</span></p><p align="justify"><span>Cuando yo llegué a la Juana, seguí yo la costa de ella al poniente, y la hallé tan grande que pensé que sería tierra firme, la provincia de Catayo. Y como no hallé así villas y lugares en la costa de la mar, salvo pequeñas poblaciones, con la gente de las cuales no podía haber habla, porque luego huían todos, andaba yo adelante por el dicho camino, pensando de no errar grandes ciudades o villas; y, al cabo de muchas leguas, visto que no había innovación, y que la costa me llevaba al setentrión, de adonde mi voluntad era contraria, porque el invierno era ya encarnado, y yo tenía propósito de hacer de él al austro, y también el viento me dio adelante, determiné de no aguardar otro tiempo, y volví atrás hasta un señalado puerto, de adonde envié dos hombres por la tierra, para saber si había rey o grandes ciudades. Anduvieron tres jornadas, y hallaron infinitas poblaciones pequeñas y gente sin número, mas no cosa de regimiento; por lo cual se volvieron.</span></p><p align="justify"><span>Yo entendía harto de otros Indios, que ya tenía tomados, como continuamente esta tierra era isla, y así seguí la costa de ella al oriente ciento y siete leguas hasta donde hacía fin. Del cual cabo vi otra isla al oriente, distante de esta diez y ocho leguas, a la cual luego puse nombre la Española y fui allí, y seguí la parte del setentrión, así como de la Juana al oriente, 188 grandes leguas por línea recta; la cual y todas las otras son fertilísimas en demasiado grado, y ésta en extremo. En ella hay muchos puertos en la costa de la mar, sin comparación de otros que yo sepa en cristianos, y hartos ríos y buenos y grandes, que es maravilla. Las tierras de ella son altas, y en ella muy muchas sierras y montañas altísimas, sin comparación de la isla de Tenerife; todas hermosísimas, de mil fechuras, y todas andables, y llenas de árboles de mil maneras y altas, y parece que llegan al cielo; y tengo por dicho que jamás pierden la hoja, según lo puedo comprehender, que los vi tan verdes y tan hermosos como son por mayo en España, y de ellos estaban floridos, de ellos con fruto, y de ellos en otro término, según es su calidad; y cantaba el ruiseñor y otros pajaricos de mil maneras en el mes de noviembre por allí donde yo andaba. Hay palmas de seis o ocho maneras, que es admiración verlas, por la deformidad hermosa de ellas, mas así como los otros árboles y frutos e hierbas. En ella hay pinares a maravilla y hay campiñas grandísimas, y hay miel, y de muchas maneras de aves, y frutas muy diversas. En las tierras hay muchas minas de metales, y hay gente en estimable número. La Española es maravilla; las sierras y las montañas y las vegas y las campiñas, y las tierras tan hermosas y gruesas para plantar y sembrar, para criar ganados de todas suertes, para edificios de villas y lugares. Los puertos de la mar aquí no habría creencia sin vista, y de los ríos muchos y grandes, y buenas aguas, los más de los cuales traen oro. En los árboles y frutos e hierbas hay grandes diferencias de aquellas de la Juana. En ésta hay muchas especierías, y grandes minas de oro y do otros metales.</span></p><p align="justify"><span>La gente de esta isla y de todas las otras que he hallado y he habido noticia, andan todos desnudos, hombres y mujeres, así como sus madres los paren, aunque algunas mujeres se cobijan un solo lugar con una hoja de hierba o una cofia de algodón que para ellos hacen. Ellos no tienen hierro, ni acero, ni armas, ni son para ello, no porque no sea gente bien dispuesta y de hermosa estatura, salvo que son muy temeroso a maravilla. No tienen otras armas salvo las armas de las cañas, cuando están con la simiente, a la cual ponen al cabo un palillo agudo; y no osan usar de aquellas; que muchas veces me ha acaecido enviar a tierra dos o tres hombres a alguna villa, para haber habla, y salir a ellos de ellos sin número; y después que los veían llegar huían, a no aguardar padre a hijo; y esto no porque a ninguno se haya hecho mal, antes, a todo cabo adonde yo haya estado y podido haber fabla, les he dado de todo lo que tenía, así paño como otras cosas muchas, sin recibir por ello cosa alguna; mas son así temerosos sin remedio. Verdad es que, después que se aseguran y pierden este miedo, ellos son tanto sin engaño y tan liberales de lo que tienen, que no lo creería sino el que lo viese. Ellos de cosa que tengan, pidiéndosela, jamás dicen de no; antes, convidan la persona con ello, y muestran tanto amor que darían los corazones, y, quieren sea cosa de valor, quien sea de poco precio, luego por cualquiera cosica, de cualquiera manera que sea que se le dé, por ello se van contentos. Yo defendí que no se les diesen cosas tan civiles como pedazos de escudillas rotas, y pedazos de vidrio roto, y cabos de agujetas aunque, cuando ellos esto podían llegar, les parecía haber la mejor joya del mundo; que se acertó haber un marinero, por una agujeta, de oro peso de dos castellanos y medio; y otros, de otras cosas que muy menos valían, mucho más; ya por blancas nuevas daban por ellas todo cuanto tenían, aunque fuesen dos ni tres castellanos de oro, o una arroba o dos de algodón filado. Hasta los pedazos de los arcos rotos, de las pipas tomaban, y daban lo que tenían como bestias; así que me pareció mal, y yo lo defendí, y daba yo graciosas mil cosas buenas, que yo llevaba, porque tomen amor, y allende de esto se hagan cristianos, y se inclinen al amor y servicio de Sus Altezas y de toda la nación castellana, y procuren de ayuntar y nos dar de las cosas que tienen en abundancia, que nos son necesarias. Y no conocían ninguna seta ni idolatría salvo que todos creen que las fuerzas y el bien es en el cielo, y creían muy firme que yo con estos navíos y gente venía del cielo, y en tal catamiento me recibían en todo cabo, después de haber perdido el miedo. Y esto no procede porque sean ignorantes, y salvo de muy sutil ingenio y hombres que navegan todas aquellas mares, que es maravilla la buena cuenta que ellos dan que de todo; salvo porque nunca vieron gente vestida ni semejantes navíos.</span></p><p align="justify"><span>Y luego que llegué a Indias, en la primera isla que hallé tomé por fuerza algunos de ellos, para que deprendiesen y me diesen noticia de lo que había en aquellas partes, así fue que luego entendieron, y nos a ellos, cuando por lengua o señas; y estos han aprovechado mucho. Hoy en día los traigo que siempre están de propósito que vengo del cielo, por mucha conversación que hayan habido conmigo; y éstos eran los primeros a pronunciarlo adonde yo llegaba, y los otros andaban corriendo de casa en casa y a las villas cercanas con voces altas: venid, venid a ver la gente del cielo; así, todos, hombres como mujeres, después de haber el corazón seguro de nos, venían que no quedaban grande ni pequeño, y todos traían algo de comer y de beber, que daban con un amor maravilloso. Ellos tienen en todas las islas muy muchas canoas, a manera de fustas de remo, de ellas mayores, de ellas menores; y algunas son mayores que una fusta de diez y ocho bancos. No son tan anchas, porque son de un solo madero; mas una fusta no terná con ellas al remo, porque van que no es cosa de creer. Y con éstas navegan todas aquellas islas que son innumerables, y tratan sus mercaderías. Alguna de estas canoas he visto con 70 y 80 hombres en ella, y cada uno con su remo.</span></p><p align="justify"><span>En todas estas islas no vi mucha diversidad de la hechura de la gente, ni en las costumbres ni en la lengua; salvo que todos se entienden, que es cosa muy singular para lo que espero que determinaran Sus Altezas para la conversión de ellos a nuestra santa fe, a la cual son muy dispuestos.</span></p><p align="justify"><span>Ya dije como yo había andado 107 leguas por la costa de la mar por la derecha línea de occidente a oriente por la isla de Juana, según el cual camino puedo decir que esta isla es mayor que Inglaterra y Escocia juntas; porque, allende de estas 107 leguas, me quedan de la parte de poniente dos provincias que yo no he andado, la una de las cuales llaman Avan, adonde nace la gente con cola; las cuales provincias no pueden tener en longura menos de 50 o 60 leguas, según pude entender de estos Indios que yo tengo, los cuales saben todas las islas.</span></p><p align="justify"><span>Esta otra Española en cierco tiene más que la España toda, desde Colibre, por costa de mar, hasta Fuenterrabía en Viscaya, pues en una cuadra anduve 188 grandes leguas por recta línea de occidente a oriente. Esta es para desear, y vista, para nunca dejar; en la cual, puesto que de todas tenga tomada posesión por Sus Altezas, y todas sean más abastadas de lo que yo sé y puedo decir, y todas las tengo por de Sus Altezas, cual de ellas pueden disponer como y tan cumplidamente como de los reinos de Castilla, en esta Española, en el lugar más convenible y mejor comarca para las minas del oro y de todo trato así de la tierra firme de aquí como de aquella de allá del Gran Can, adonde habrá gran trato y ganancia, he tomado posesión de una villa grande, a la cual puse nombre la villa de Navidad; y en ella he hecho fuerza y fortaleza, que ya a estas horas estará del todo acabada, y he dejado en ella gente que abasta para semejante hecho, con armas y artellarías y vituallas por más de un año, y fusta, y maestro de la mar en todas artes para hacer otras, y grande amistad con el rey de aquella tierra, en tanto grado, que se preciaba de me llamar y tener por hermano, y, aunque le mudase la voluntad a ofender esta gente, él ni los suyos no saben que sean armas, y andan desnudos, como ya he dicho, y son los más temerosos que hay en el mundo; así que solamente la gente que allá queda es para destruir toda aquella tierra; y es isla sin peligros de sus personas, sabiéndose regir.</span></p><p align="justify"><span>En todas estas islas me parece que todos los hombres sean contentos con una mujer, y a su mayoral o rey dan hasta veinte. Las mujeres me parece que trabajan más que los hombres. Ni he podido entender si tienen bienes propios; que me pareció ver que aquello que uno tenía todos hacían parte, en especial de las cosas comederas.</span></p><p align="justify"><span>En estas islas hasta aquí no he hallado hombres mostrudos, como muchos pensaban, mas antes es toda gente de muy lindo acatamiento, ni son negros como en Guinea, salvo con sus cabellos correndíos, y no se crían adonde hay ímpeto demasiado de los rayos solares; es verdad que el sol tiene allí gran fuerza, puesto que es distante de la línea equinoccial veinte y seis grados. En estas islas, adonde hay montañas grandes, allí tenía fuerza el frío este invierno; mas ellos lo sufren por la costumbre, y con la ayuda de las viandas que comen con especias muchas y muy calientes en demasía. Así que mostruos no he hallado, ni noticia, salvo de una isla Quaris, la segunda a la entrada de las Indias, que es poblada de una gente que tienen en todas las islas por muy feroces, los cuales comen carne humana. Estos tienen muchas canoas, con las cuales corren todas las islas de India, y roban y toman cuanto pueden; ellos no son más disformes que los otros, salvo que tienen costumbre de traer los cabellos largos como mujeres, y usan arcos y flechas de las mismas armas de cañas, con un palillo al cabo, por defecto de hierro que no tienen. Son feroces entre estos otros pueblos que son en demasiado grado cobardes, mas yo no los tengo en nada más que a los otros. Estos son aquéllos que tratan con las mujeres de Matinino, que es la primera isla, partiendo de España para las Indias, que se halla en la cual no hay hombre ninguno. Ellas no usan ejercicio femenil, salvo arcos y flechas, como los sobredichos, de cañas, y se arman y cobijan con launes de arambre, de que tienen mucho.</span></p><p align="justify"><span>Otra isla hay, me aseguran mayor que la Española, en que las personas no tienen ningún cabello. En ésta hay oro sin cuento, y de ésta y de las otras traigo conmigo Indios para testimonio.</span></p><p align="justify"><span>En conclusión, a hablar de esto solamente que se ha hecho este viaje, que fue así de corrida, pueden ver Sus Altezas que yo les daré oro cuanto hubieren menester, con muy poquita ayuda que Sus Altezas me darán; ahora, especiería y algodón cuanto Sus Altezas mandarán, y almástiga cuanta mandarán cargar, y de la cual hasta hoy no se ha hallado salvo en Grecia en la isla de Xío, y el Señorío la vende como quiere, y ligunáloe cuanto mandarán cargar, y esclavos cuantos mandarán cargar, y serán de los idólatras; y creo haber hallado ruibarbo y canela, y otras mil cosas de sustancia hallaré, que habrán hallado la gente que yo allá dejo; porque yo no me he detenido ningún cabo, en cuanto el viento me haya dado lugar de navegar; solamente en la villa de Navidad, en cuanto dejé asegurado y bien asentado. Y a la verdad, mucho más hiciera, si los navíos me sirvieran como razón demandaba.</span></p><p align="justify"><span>Esto es harto y eterno Dios Nuestro Señor, el cual da a todos aquellos que andan su camino victoria de cosas que parecen imposibles; y ésta señaladamente fue la una; porque, aunque de estas tierras hayan hablado o escrito, todo va por conjectura sin allegar de vista, salvo comprendiendo a tanto, los oyentes los más escuchaban y juzgaban más por habla que por poca cosa de ello. Así que, pues Nuestro Redentor dio esta victoria a nuestros ilustrísimos rey e reina y a sus reinos famosos de tan alta cosa, adonde toda la cristiandad debe tomar alegría y hacer grandes fiestas, y dar gracias solemnes a la Santa Trinidad con muchas oraciones solemnes por el tanto ensalzamiento que habrán, en tornándose tantos pueblos a nuestra santa fe, y después por los bienes temporales; que no solamente la España, mas todos los cristianos ternán aquí refrigerio y ganancia.</span></p><p align="justify"><span>Esto, según el hecho, así en breve.<br />Fecha en la carabela, sobre las islas de Canaria, a 15 de febrero, año 1493.<br />Hará lo que mandaréis</span></p><blockquote><blockquote><blockquote><blockquote><p align="justify"><span>El almirante</span></p></blockquote></blockquote></blockquote></blockquote><p align="justify"> </p><p align="justify"><span>Después de ésta escrita, y estando en mar de Castilla, salió tanto viento conmigo sul y sueste, que me ha hecho descargar los navíos. Pero corrí aquí en este puerto de Lisboa hoy, que fue la mayor maravilla del mundo, adonde acordé escribir a Sus Altezas. En todas las Indias he siempre hallado los temporales como en mayo; adonde yo fui en 33 días, y volví en 28, salvo que estas tormentas me han detenido 13 días corriendo por este mar. Dicen acá todos los hombres de la mar que jamás hubo tan mal invierno ni tantas pérdidas de naves.</span></p><p align="justify"><span>Fecha a 4 días de marzo</span></p><p align="justify"><span><a href="http://www.ciudadseva.com/textos/otros/colon01.htm"><span class="Apple-style-span" style="color:#000000;">http://www.ciudadseva.com/textos/otros/colon01.htm</span></a></span></p></span>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-42231790223638285452010-03-23T09:51:00.001-07:002010-03-23T09:51:46.072-07:00Requerimiento que ha de hacerse a los indios para que se sometan<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'trebuchet ms', verdana, arial, sans-serif; font-size: small; color: rgb(119, 119, 119); "><em>1513; Reproducido, con cambio de los nombres, para Nueva España en 1518 y 1523, Tierra Firme 1526 y Perú 1533. Requerimiento que ha de hacerse a los indios para que se sometan</em><br /><em>Provisiones, Cédulas, Capítulos de Ordenanças, Instruciones y Cartas libradas y despachadas en diferentes tiempos por sus Magestades los señores Reyes Católicos don Fernando y doña Ysabel, y Emperador don Carlos de gloriosa memoria y doña Iuana su madre y Católico Rey don Felipe, con acuerdo de los señores Presidentes y de su Consejo Real de las Indias, que en sus tiempos ha auido tocantes al buen gouierno de las Indias y administración de la justicia en ellas</em>. [<em>Cedulario Indiano </em>de Encinas] Madrid : En la Imprenta Real, 1596. IV 226-227.<br /><br />De parte del muy alto e muy poderoso y muy católico defensor de la Iglesia, siempre vencedor y nunca vencido, el gran rey don Hernando el Quinto de las Españas, de las dos Çicilias, de Iherusalem y de las Islas e Tierra Firme del mar Océano, etcétera, domador de las gentes bárbaras, y de la muy alta y muy poderosa señora la reina Doña Juana, su muy cara e muy amada hija, nuestros señores, Yo, Pedrarias Dávila, su criado, mensajero y capitán, vos notifico y hago saber como mejor puedo: Que Dios Nuestro Señor, uno y eterno, crió el cielo y la tierra y un hombre y una mujer, de quien nosotros y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos los que después de nosotros vinieren; mas, por la muchedumbre de la generación que destos ha sucedido desde cinco mill y más años que el mundo fué criado, fué necesario que los unos hombres fuesen por una parte y otros por otra, y se dividiesen por muchos reinos e provincias, que en una sola no se podían sostener ni conservar. De todas estas gentes Nuestro Señor dió cargo a uno, que fué llamado San Pedro, para que de todos los honbres del mundo fuese señor e superior, a quien todos ovedeciesen, y fuese cabeça de todo el linaje umano donde quiera que los honbres viviesen y estubiesen, y en cualquier ley, seta o creencia y dióle a todo el mundo por su reino, señorío y jurisdicción. Y como quier que le mandó que pusiese su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir el mundo, mas tanbién le permitió que pudiese estar y poner su silla en cualquier otra parte del mundo y juzgar y governar a todas las gentes, christianos, moros, judíos, gentiles, y de qualquier otra seta o creencia que fuesen. A este llamaron Papa, que quiere decir admirable, mayor, padre y goardador, porque es padre y governador de todos los hombres. A este San Pedro obedescieron y tomaron por señor, rey y superior del universo los que en aquel tiempo vivían, y ansímismo an tenido todos los otros que después dél fueron al pontificado heligidos; ansi se ha continuado hasta agora y se continuará hasta que el mundo se acabe. Uno de los Pontífices passados que en lugar deste sucedió en aquella silla e dignidad que he dicho, como señor del mundo, hizo donación destas Islas y Tierra Firme del mar Océano a los dichos Rey e Reyna y a sus subcessores en estos reinos, nuestros Señores, con todo lo que en ellas ay, segund se contiene en ciertas escripturas que sobre ello pasaron, segund dicho es que podeis ver si quisiérdes. Ansi que Sus Altezas son reyes y señores destas Islas e Tierra firme por virtud de la dicha donación; y como a tales reyes y señores, algunas islas más, y casi todas a quien esto ha seído notificado, han recibido a Sus Altezas y les han obedescido y servido y sirven como súbditos lo deven hazer; y con buena voluntad y sin ninguna resistencia, luego sin dilación como fueron informados de lo susodicho, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les enbiaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fee, y todos ellos de su libre agradable voluntad, sin premia ni condición alguna, se tornaron christianos, y lo son, y Sus Altezas los recibieron alegre y benignamente, y ansi los mandó tratar como a los otros sus súbditos y vasallos, y vosotros sois tenidos y obligados a hazer lo mismo. Por ende, como mejor puedo vos ruego y requiero que entendais bien ésto que os he dicho, y tomeis para entenderlo y deliberar sobre ello el tienpo que fuere justo, y reconoscais a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y a la Reina, nuestros señores, en su lugar, como superiores e señores y reyes desas Islas y Tierra Firme, por virtud de la dicha donación, y consintais y deis lugar que estos padres religiosos vos declaren y prediquen lo suso dicho. Si ansi lo hicierdes, haréis bien y aquello a que sois tenidos y obligados, y Sus Altezas, y yo en su nombre, vos recibirán con todo amor y caridad, y vos dexarán vuestras mugeres, hijos y haziendas libres, sin servidumbre, para que dellas y de vosotros hagais libremente todo lo que quisierdes e por bien tubierdes, y no vos compelerán a que vos torneis christianos, salvo si vosotros, informados de la verdad, os quisierdes convertir a nuestra santa Fee católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas, y allende desto, Su Alteza vos dará muchos previlejos y esenciones y vos hará muchas mercedes. Si no lo hiciérdes, o en ello dilación maliciosamente pusierdes, certificoos que con el ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y maneras que yo pudiere, y vos subjetaré al yugo y obidiencia de la Iglesia y de Sus Altezas, y tomaré vuestras personas y de vuestras mugeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y disporné dellos como Su Alteza mandare, y vos tomaré vuestros bienes, y vos haré todos los males e daños que pudiere, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen. Y protesto que las muertes y daños que dello se recrecieren sea a vuestra culpa, y no de Sus Altezas, ni mia, ni destos cavalleros que conmigo vinieron. Y de cómo lo digo y requiero, pido al presente escribano que me lo dé por testimonio sinado, y a los presentes ruego que dello sean testigos.<br /><a href="http://www.cervantesvirtual.com/historia/carlosv/9_1.shtml" style="font-weight: bold; color: rgb(51, 102, 204); ">http://www.cervantesvirtual.com/historia/carlosv/9_1.shtm</a></span>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-6564995214489347202010-03-21T17:42:00.000-07:002010-03-21T17:45:44.343-07:00RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS<p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph"><span lang="ES-AR">Etchelecu, Leontina. Reseña sobre Nelly SIGAUT VALENZUELA. <i style="mso-bidi-font-style:normal">Guadalupe, arte y liturgia. La sillería del coro de la colegiata</i>. Vol. I y II. Museo de <st1:personname productid="la Bas■lica" w:st="on">la Basílica</st1:personname> de Guadalupe y El Colegio de Michoacán. </span><span lang="ES-AR" style="font-family:"OBCMHL+Arial,Italic","sans-serif"; mso-bidi-font-family:"OBCMHL+Arial\,Italic"">México, 2006</span><span lang="ES-AR">. En: </span><span lang="ES-AR" style="font-family:"OBCMHL+Arial,Italic","sans-serif"; mso-bidi-font-family:"OBCMHL+Arial\,Italic"">PROHAL MONOGRÁFICO, Revista del Programa de Historia de América Latina. </span><span lang="ES-AR">Vol. I. Primera Sección</span><span lang="ES-AR" style="font-family:"OBCMHL+Arial,Italic","sans-serif"; mso-bidi-font-family:"OBCMHL+Arial\,Italic"">: Vitral Monográfico, </span><span lang="ES-AR">Nro. 1. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, 2008. ISSN</span><span style="font-family:"Arial","sans-serif"; color:purple;mso-ansi-language:ES"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";color:purple;mso-ansi-language:ES"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";color:purple; mso-ansi-language:ES"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language:ES">Nelly Sigaut, “<i style="mso-bidi-font-style:normal">Guadalupe, arte y liturgia. La sillería del coro de la colegiata. </i><span style="mso-spacerun:yes"> </span>Vol. I y II. Edición: El colegio de Michoacán y Museo de <st1:personname productid="la Bas■lica" w:st="on">la Basílica</st1:personname> de Guadalupe. México, 2006; 716 páginas.<o:p></o:p></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, sans-serif; "><span style="mso-tab-count:1"> </span>En el marco del Año Jubilar Guadalupano (2006), El Museo de <st1:personname w:st="on"><st1:personname productid="la Bas■lica" w:st="on">la Basílica</st1:personname> Santa</st1:personname> María de Guadalupe, juntamente con el Colegio de Michoacán, se han unido en un proyecto artístico para la coedición de estos dos volúmenes que nos impactan desde su primer contacto. La calidad de su encuadernación, su cuidado diseño y su esmerada y documentada investigación, vienen a cubrir un vacío en el estudio iconográfico de un mueble –la sillería del coro- casi inabordable por la dispersión de sus piezas y que, gracias a la férrea dirección de <st1:personname productid="la Dra. Nelly" w:st="on"><st1:personname productid="la Dra." w:st="on">la Dra.</st1:personname> Nelly</st1:personname> Sigaut, podemos hoy valorar como una obra única en su género (p.11).</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><span style="mso-tab-count:1"> </span>La dilatada trayectoria de Nelly Sigaut la ubica como una personalidad importante en el campo de <st1:personname productid="la Historia" w:st="on">la Historia</st1:personname> del Arte especializada en el periodo colonial y en el arte sacro. Doctora en Historiadora del Arte, desde hace más de 20 años se desempeña en El Colegio de Michoacán, en el estado del mismo nombre en México. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><span style="mso-tab-count:1"> </span>En ocasión de coordinar un seminario dedicado a <st1:personname productid="la Catalogacin" w:st="on">la Catalogación</st1:personname> de obras de Arte, para la licenciatura en historia de <st1:personname productid="la Universidad Nacional" w:st="on">la Universidad Nacional</st1:personname> Autónoma de México (UNAM), reunió para esta tarea a varios de sus alumnos, quienes junto a un cuerpo de profesionales, fueron convocados para el significativo rescate patrimonial de la sillería del coro de la colegiata de Guadalupe. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><span style="mso-tab-count:1"> </span>El trabajo de investigación duró 5 años, pero tanto esfuerzo y desvelo se vio coronado en diciembre de 2007, cuando se le otorgó al equipo de investigación, el Premio Nacional Paul Coreans del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><span style="mso-tab-count:1"> </span><st1:personname productid="La Siller■a Guadalupana" w:st="on">La Sillería Guadalupana</st1:personname> es única en su estilo, los elementos de las letanías marianas enriquecidas por el acontecimiento Guadalupano. El mueble de la sillería se construyó para albergar al coro de canónigos de <st1:personname productid="la Real" w:st="on">la Real</st1:personname> e Insigne Colegiata de Nuestra Señora de Guadalupe (siglo XVIII), y que hoy se halla desmontada de su lugar de origen y despiezada, encontrándose actualmente, bajo la custodia del Museo de <st1:personname productid="la Bas■lica" w:st="on">la Basílica</st1:personname> de Guadalupe.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Los frutos de esta investigación se presentan en dos volúmenes en los que se aborda la historia de la colegiata desde el minucioso estudio de tan importante mueble, que data de mediados del siglo XVIII. A través de su lectura, uno puede recorrer parte de la historia eclesiástica del México dieciochesco. Desde el espacio mismo que ocupaba el coro dentro de la basílica, y por sus implicaciones en la sociedad de su época, la colegiata estaba destinada a convertirse, como lo denomina Sigaut, en una “metáfora de poder”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><font class="Apple-style-span" face="Arial, sans-serif"><br /></font></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span style="font-family:"Arial","sans-serif";mso-ansi-language: ES"><span style="mso-tab-count:1"> </span>Las colegiatas son iglesias destinadas a cultos más solemnes que el de las iglesias parroquiales, tienen un cabildo colegial formado por varios clérigos, llamados canónicos, a cuyo cargo está el rezo del Oficio Divino.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>En el caso de <st1:personname productid="la Bas■lica" w:st="on">la Basílica</st1:personname> de Guadalupe, los títulos de Real e Insigne hacen alusión al patronato real que se ocupaba de su manutención. Al respecto cabe señalar que su fundación se debe a un patronato particular, el legado que hiciera el capitán don Andrés de Palencia por testamento en 1707. Aunque su voluntad tardó en hacerse realidad, la colegiata del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, recién se erigió en 1750. Así fue como el Santuario de Tepeyac fue elevado al rango de colegiata. Se llaman “insignes”, las colegiatas que eran<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-spacerun:yes"> </span>“…<i style="mso-bidi-font-style:normal">de gran antigüedad, por ejemplo la iglesia madre de la localidad, las que atesoraban reliquias de mártires, las que tenían un cabildo numeroso, las situadas en una famosa y poblada ciudad, o las que tuvieran un templo amplio y de gran belleza arquitectónica…”<a style="mso-footnote-id:ftn1" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight:normal"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;font-family:"Arial","sans-serif";mso-fareast-font-family: SimSun;mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language: AR-SA">[1]</span></b></span></span></span></a>.</i> <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>Cuando se celebra oficialmente, la declaración pontificia de María de Guadalupe como patrona de <st1:personname productid="la Nueva Espaa" w:st="on"><st1:personname productid="la Nueva" w:st="on">la Nueva</st1:personname> España</st1:personname> -12 de diciembre de 1756-, se estrena el mueble de la sillería de coro (p.113). La estructura original de la sillería estaba compuesta por dos niveles con un total de 53 "sitiales" o "estalos". <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>La parte alta contaba con 33 asientos destinados al abad, a los canónigos y racioneros, así como los tableros "Hic est choros" (aquí está el coro). En la sillería baja, con 20 sillas, se acomodaban los músicos y cantores complementarios, las autoridades eclesiásticas o civiles, y otros invitados especiales<a style="mso-footnote-id:ftn2" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;font-family: "Arial","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-ansi-language:ES-AR; mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[2]</span></span></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>Un recorrido por el primer volumen de esta edición, nos acercará la historia del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, desde la erección de la primera ermita, de muy antigua data (se cree que la misma fue levantada entre los años 1531 y 1533). Recordemos que fue en el año de 1531 cuando <st1:personname productid="la Virgen" w:st="on">la Virgen</st1:personname> se aparece a Juan Diego. La planta del Santuario fue realizada por José Durán, según la opinión de algunos autores en 1694<a style="mso-footnote-id:ftn3" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;font-family: "Arial","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-ansi-language:ES-AR; mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[3]</span></span></span></span></a>. Su edificación puede atribuirse al arquitecto Pedro de Arrieta, quien la concluyó en 1709.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>Varios capítulos de ambos volúmenes fueron escritos por los distintos actores de tan vasta investigación, que acompañaron la tarea directiva de <st1:personname productid="la Dra. Sigaut." w:st="on"><st1:personname productid="la Dra." w:st="on">la Dra.</st1:personname> Sigaut.</st1:personname> De sus lecturas se puede inferir la importancia institucional y política que adquiere la construcción de una colegiata en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Sus miembros reunidos en el cabildo colegial, la conformación de los cargos, las funciones y atribuciones son parte de las articulaciones y estrategias que confrontan a quienes ostentan el poder civil y eclesiástico.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>El coro ocupa un espacio sagrado dentro del templo, y por su cercanía al presbiterio, se convierte en eje rector de su funcionamiento. A través del tiempo la sillería sufrió un desarrollo formal. La decoración de éstas se centra en la parte del respaldo, compuesta de varios tableros; las sillerías más tempranas parecen haber tenido ornamentación vegetal<a style="mso-footnote-id:ftn4" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;font-family: "Arial","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-ansi-language:ES-AR; mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[4]</span></span></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>El programa iconográfico de la sillería del coro de la colegiata de Guadalupe, no sólo la hace novedosa, sino única en su género. Éste consiste en un despliegue de las deprecaciones de la letanía lauretana. Estos programas son muy escasos en sillerías corales, de allí su relevancia, que reconoce como fuente gráfica uno de los temas más interesantes de la emblemática mariana, <st1:personname productid="la Elogia Mariana" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style:normal">Elogia Mariana</i></st1:personname><i style="mso-bidi-font-style:normal"> </i>de August Casimir Redel, la edición de 1732, con estampas diseñadas por Thomas Scheffler y grabadas por Martín Engelbercht. En un ardid de ingenio, el programa fue combinado con <st1:personname productid="la Letanía Lauretana" w:st="on"><st1:personname productid="la Letanía" w:st="on">la <i style="mso-bidi-font-style:normal">Letanía</i></st1:personname><i style="mso-bidi-font-style:normal"> Lauretana</i></st1:personname><i style="mso-bidi-font-style:normal"> </i>de Francisco Xavier Dornn, grabado por los hermanos Klauber (1750)<a style="mso-footnote-id:ftn5" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;font-family: "Arial","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-ansi-language:ES-AR; mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[5]</span></span></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><!--[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1027" type="#_x0000_t75" style='width:232.5pt;height:408.75pt'> <v:imagedata src="file:///C:\DOCUME~1\Leontina\CONFIG~1\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image005.png" o:title=""/> </v:shape><![endif]--><img width="310" height="545" src="file:///C:/DOCUME~1/Leontina/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image006.jpg" v:shapes="_x0000_i1027"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="_x0000_i1028" type="#_x0000_t75" style='width:141.75pt;height:252.75pt'> <v:imagedata src="file:///C:\DOCUME~1\Leontina\CONFIG~1\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image007.png" o:title=""/> </v:shape><![endif]--><img width="189" height="337" src="file:///C:/DOCUME~1/Leontina/CONFIG~1/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image008.jpg" v:shapes="_x0000_i1028"><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-spacerun:yes"> </span></span><span lang="ES-AR" style="font-size:11.0pt; font-family:"Arial","sans-serif"">Mater Admirabilis<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph"><span lang="ES-AR" style="font-size:11.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Tablero de la sillería alta<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph"><span lang="ES-AR" style="font-size:11.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Medidas: 104.2 x <st1:metricconverter productid="58 cm" w:st="on">58 cm</st1:metricconverter><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph"><span lang="ES-AR" style="font-size:11.0pt;font-family:"Arial","sans-serif"">Fuente: <i style="mso-bidi-font-style:normal">Elogia Mariana, 1732</i><b style="mso-bidi-font-weight: normal"><o:p></o:p></b></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>Además, se ha podido fijar una tercera fuente, el libro <i style="mso-bidi-font-style:normal">Felicidad de México, </i>de Luis Becerra Tanco,<i style="mso-bidi-font-style:normal"> </i>edición de 1685, que ha servido para que Matías de Artega y Alfaro, tallara las planchas de la “serie aparicionista”, episodios en que se presenta la leyenda del Tepeyac.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>De la elección del modelo, del espacio dentro del templo, así como su aspecto, se infiere el compromiso de sus usuarios, los canónigos, y el desafío que fue para el obrador de la sillería, Francisco Antonio de Anaya<a style="mso-footnote-id:ftn6" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:12.0pt;font-family: "Arial","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-ansi-language:ES-AR; mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[6]</span></span></span></span></a>, que tuvo que sortear diagonales y escorzos que pusieron a prueba su pericia.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-justify:inter-ideograph; line-height:150%"><span lang="ES-AR" style="font-family:"Arial","sans-serif""><span style="mso-tab-count:1"> </span>El estudio en particular de los tableros de la sillería, comprende la identificación de casi todas las fuentes gráficas y el desglose pormenorizado de sus inscripciones. Esta tarea titánica, abordada por el equipo de investigadores que dirigió <st1:personname productid="la Dra. Sigaut" w:st="on"><st1:personname productid="la Dra." w:st="on">la Dra.</st1:personname> Sigaut</st1:personname>, constituye un valioso aporte a la historia del arte iberoamericano.</span><span style="font-family:"Arial","sans-serif"; mso-ansi-language:ES"><o:p></o:p></span></p> <div style="mso-element:footnote-list"><br clear="all"> <hr align="left" size="1" width="33%"> <div style="mso-element:footnote" id="ftn1"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn1" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:10.0pt;font-family: "Tahoma","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[1]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> </span><span style="mso-ansi-language:ES">SIGAUT, op.cit., P.43<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn2"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn2" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:10.0pt;font-family: "Tahoma","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[2]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> </span><span style="mso-ansi-language:ES">SIGAUT, op..cit. P.193<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn3"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn3" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:10.0pt;font-family: "Tahoma","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[3]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> </span><span style="mso-ansi-language:ES">Ibidem, P.202<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn4"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn4" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:10.0pt;font-family: "Tahoma","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[4]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> </span><span style="mso-ansi-language:ES">Ibid, P. 217<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn5"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn5" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:10.0pt;font-family: "Tahoma","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[5]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> </span><span style="mso-ansi-language:ES">Ibid, P. 348<o:p></o:p></span></p> </div> <div style="mso-element:footnote" id="ftn6"> <p class="MsoFootnoteText"><a style="mso-footnote-id:ftn6" href="file:///E:/LEONTINA%20DOCUMENTOS/DOCUMENTOS%20LEONTINA/GERE%202008/Rese%C3%B1a%20Sigaut.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR"><span style="mso-special-character:footnote"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-size:10.0pt;font-family: "Tahoma","sans-serif";mso-fareast-font-family:SimSun;mso-bidi-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES-AR;mso-fareast-language:ZH-CN;mso-bidi-language:AR-SA">[6]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-AR"> </span><span style="mso-ansi-language:ES">Ibid, P. 411<o:p></o:p></span></p> </div></div>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-32554450758028903352010-03-21T17:33:00.000-07:002010-03-21T17:36:42.082-07:00Maquívar, María del Consuelo. “De lo permitido a lo prohibido. Iconografía de la Santísima Trinidad en la Nueva España”<div class="Section1"> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><b><span style="font-family:"Arial","sans-serif";color:#993300">Maquívar, María del Consuelo. “De lo permitido a lo prohibido. Iconografía de <st1:personname productid="la Sant■sima Trinidad" st="on"><st1:personname productid="la Sant■sima" st="on">la Santísima</st1:personname> Trinidad</st1:personname> en <st1:personname productid="la Nueva Espaa" st="on"><st1:personname productid="la Nueva" st="on">la Nueva</st1:personname> España</st1:personname>”. Instituto Nacional de Antropología e Historia, Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa, México, Octubre de 2006.<span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); font-weight: normal; "> </span></span></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Por Leontina Etchelecu (USAL, UP) </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">El reciente libro de María del Consuelo Maquívar, fue tema de su tesis doctoral defendida en 1998, bajo la dirección de <st1:personname productid="la Dra. Elisa" st="on"><st1:personname productid="la Dra." st="on">la Dra.</st1:personname> Elisa</st1:personname> Vargaslugo. Su punto de partida fue dar con el origen de unos lienzos que se encontraban en el Museo de San Carlos, considerados como una rareza dentro de la iconografía novohispana, por tener como tema <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname> antropomorfa. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Así la autora aborda uno de los temas más controvertidos que tuvo el cristianismo: el Misterio de <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname>, y lo enfoca a través de los caminos de la cristianización de las imágenes, cuyo relato sitúa en las representaciones que hacían los primeros cristianos en los relieves de los sarcófagos (siglo IV) o en los mosaicos bizantinos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Fue justamente la configuración antropomorfa la que se utilizó para mostrar dos pasajes del Génesis: la creación del primer hombre, y la aparición de Dios a Abraham, la llamada Teofanía de Mambré, donde Abraham recibe la visita de tres personajes masculinos, pero se dirige a uno solo de ellos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">El libro de Maquívar comienza con un racconto acerca de la conformación de la doctrina de <st1:personname productid="la Sant■simaTrinidad" st="on">la SantísimaTrinidad</st1:personname> a través de la historia de los concilios ecuménicos. Es muy interesante la cronologización que hace de todos ellos, desde el de Nicea del 325, hasta Trento (1545/1563), destacando en cada uno, lo que a la problemática de la representación y cualidades de las tres personas de <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname> se referían.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Luego divide la crónica en tres partes: la primera, que denomina “Desde lo permitido”, tomando lo que siempre fue aceptado por <st1:personname productid="la Iglesia" st="on">la Iglesia</st1:personname>, <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname> ortodoxa; la segunda parte, que llama “Lo Confuso”, donde aborda <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname> antropomorfa cuando <st1:personname productid="la Tercera Persona" st="on"><st1:personname productid="la Tercera" st="on">la Tercera</st1:personname> Persona</st1:personname> (el Espíritu Santo) es representada con forma humana; y la tercera parte, llamada “Lo prohibido”, es donde encara la controversial Trinidad trifacial.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">La iconografía de <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname> surge con fuerza en el concilio de Nicea, porque se propuso combatir el Arrianismo que sostenía que <st1:personname productid="la Segunda Persona" st="on"><st1:personname productid="la Segunda" st="on">la Segunda</st1:personname> Persona</st1:personname> de <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname> había sido creada por Dios Padre. Fue en este concilio donde se sentaron las bases de la fe católica, y sus verdades quedaron compiladas en el “Símbolo de Nicea”. Este primer “Credo” surgido de las discusiones del concilio, fue obligatorio para todos los cristianos, imponiéndolo así el Emperador Constantino.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">El dogma de <st1:personname productid="la Sant■sima Trinidad" st="on"><st1:personname productid="la Sant■sima" st="on">la Santísima</st1:personname> Trinidad</st1:personname> fue siempre motivo de serias disquisiciones, siendo la causa de la separación de la iglesia de los cristianos orientales de Bizancio, y la de los cristianos de Roma, conocido como el Cisma de Oriente. La llamada “controversia del Filioque” tuvo sus inicios en las discusiones de algunos padres bizantinos que no aceptaban reconocer que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. El IV Concilio de Constantinopla (869-870) sancionó a quienes no aceptaron esta verdad y con este hecho se inició la separación definitiva de <st1:personname productid="la Iglesia." st="on">la Iglesia.</st1:personname><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Maquívar va jalonando su relato con la incorporación de la iconografía trinitaria, de los lienzos novohispanos más representativos de este tema. Cabe recordar que, una vez zanjada la cuestión de la representación de <st1:personname productid="la Sant■sima Trinidad" st="on"><st1:personname productid="la Sant■sima" st="on">la Santísima</st1:personname> Trinidad</st1:personname>, es a partir de los relatos de los Evangelios y de manera particular en la narración del bautismo de Cristo, que se considera a ese momento cuando se da la primera teofanía de las tres divinas personas. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">A través de la manualística española, con Francisco Pacheco y Antonio Palomino de Castro, entre otros, se pretendía estandarizar los cánones sobre lo que debían basarse los pintores a la hora de plasmar “trinidades”. Estas imágenes tomaron fuerza y se hicieron muy importantes como herramientas de la evangelización, para echar luz a un misterio difícil de explicar hasta con palabras.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">“</span><span style="font-size:11.0pt; font-family:"Arial","sans-serif"">El Padre con la representación de anciano, para denotar paternidad […] El Hijo en forma de cordero o con las señales de su humanidad santísima […] El Espíritu Santo en forma de paloma o con vestimenta de color de fuego, para denotar el del divino amor, que como impulso y propiedad personal le constituye en su ser relativo” (p.76).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-size:11.0pt;font-family:"Arial","sans-serif""><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Sobre esta cita de Palomino, Maquívar se cuestiona si este autor no conocía la representación antropomorfa de <st1:personname productid="la Tercera" st="on">la Tercera</st1:personname> persona, por mencionar “la vestidura del color de fuego”, señalando que además, especificaciones como la citada son numerosas a lo largo de las obras de los tratadistas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Luego de estas consideraciones sobre lo que debe ser y no ser, y del modo de representarlas, Maquívar describe las distintas formas que adopta este dogma tomando siempre las representaciones novohispanas como ejemplos ilustrativos de su narración.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">Sobre “Lo permitido”, es donde hace referencia a lo que conocemos como “Trinidad Clásica”, o sea lo que no se aparta de lo tradicional, según ella misma explica, y es básicamente cuando “<i style="mso-bidi-font-style:normal">El Padre luce como anciano digno, entronizado, ataviado con vestiduras pontificales. Jesucristo se ve como un adulto de 33 años, y suele aparecer a la derecha de El Padre. Por último, y según narra el evangelio el bautismo de Cristo, el Espíritu Santo se representa con una paloma con las alas desplegadas, colocada generalmente entre las figura del Padre y del Hijo” </i>(p.66)<i style="mso-bidi-font-style:normal"> </i><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">La autora no se queda en la mera descripción formal de los componentes de las pinturas o esculturas novohispanas, sino que desglosa cada uno de ellos, trazando una línea cronológica a través de la cual el lector podrá advertir los cambios y mutaciones que la representación trinitaria fue adquiriendo a lo largo de la evangelización, en una posible resignificación de los modelos europeos y, que fue acomodándose según quienes fueran los receptores.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">En el capítulo “Lo Confuso” desarrolla esta peculiar iconografía de las tres figuras divinas de <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname>, como la efigie comúnmente utilizada para Jesucristo, repetida para representar las otras dos personas. Conocida como “Trinidad Antropomorfa” y que, como menciona Maquívar, responde a <st1:personname productid="la Teofan■a" st="on">la Teofanía</st1:personname> de Mambré, dentro del Génesis (Gn 18, 1-5). También aquí encuentra referencias antiguas y señala la representación de un sarcófago del siglo IV, localizado en los cimientos de un altar en la basílica de San Pablo Extramuros.<o:p></o:p></span></p> </div> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, sans-serif; ">Termina con el capítulo de “Lo Prohibido”, la llamada Trinidad Trifacial, prohibida desde el siglo XVII por el Papa Urbano VIII, ya que se la relacionaba con los cultos paganos politeístas. Aquí también la autora rastrea sus orígenes que ubica, siguiendo a Germán Pamplona en su <i style="mso-bidi-font-style:normal">Iconografía de <st1:personname productid="la Santísima Trinidad" st="on"><st1:personname productid="la Sant■sima" st="on">la Santísima</st1:personname> Trinidad</st1:personname> en el arte medieval (Madrid, 1970), </i>en “<i style="mso-bidi-font-style:normal">las tres caras o tres cabezas de una divinidad euroasiática de carácter solar y omnividente</i>” (p.275). Esta trinidad también conocida como herética, pasó a Europa de la mano de artistas como Filippo Lippi, que en el siglo XV, pintó a <i style="mso-bidi-font-style:normal">San Agustín ante la visión de <st1:personname productid="la Trinidad" st="on">la Trinidad</st1:personname>, </i>representada con tres caras.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Arial, sans-serif; ">Muchas y variadas son las conclusiones que sacan los tratadistas y la iglesia al respecto de esta representación. A modo de ejemplo, Maquívar hace alusión al tono admonitorio con que Juan Interián de Ayala advertía a sus pares, en su obra <i style="mso-bidi-font-style:normal">El pintor christiano y erudito </i>(1654), sobre esta Trinidad trifacial: “<i style="mso-bidi-font-style:normal">Ya hice antes mención de una imagen absurdísima y monstruosa que algunos pésimos pintores quieren que sea de <st1:personname productid="la Sacrat■sima Trinidad" st="on"><st1:personname productid="la Sacrat■sima" st="on">la Sacratísima</st1:personname> Trinidad</st1:personname>; en la cual no habiendo más que una sola cara, se ven tres narices, tres barbas, tres frentes y cinco ojos. Mejor se diría que ésta no era imagen de <st1:personname productid="la Sant■sima Trinidad" st="on"><st1:personname productid="la Sant■sima" st="on">la Santísima</st1:personname> Trinidad</st1:personname>, sino un monstruo horrible disforme, y digno de las mayores execrasiones</i>” (p.194).</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align:justify;text-indent:35.45pt"><span style="font-family:"Arial","sans-serif"">En el libro de Maquívar podremos encontrar una herramienta valiosa, un relato minucioso que condensa las innumerables imágenes de las trinidades en Nueva España que han llegado hasta nuestros días, a pesar de <st1:personname productid="la Inquisicin" st="on">la Inquisición</st1:personname> y la censura, lo que lleva a la autora a cuestionarse verdaderamente, el peso de la prohibición en tierras americanas, de las variables de la iconografía trinitaria.<o:p></o:p></span></p>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1410750842140270766.post-29915563281178700992010-03-07T12:04:00.000-08:002010-03-07T12:11:13.761-08:00Cátedra de Historia de la Cultura Argentina y Americana IIEste es el blog de la Cátedra de Historia de la Cultura Argentina Y Americana II, que dicta la profesora Leontina Etchelecu. Lo publicado aquí es para facilitar la comunicación y el diálogo entre los alumnos y los docentes, y para que puedan tener información confiable sin recurrir a sitios que no cuentan con el aval de la cátedra.<div>La consulta a este blog no exime a los alumnos del conocimiento de todo el programa de la materia, simplemente con esto pretendo dotarlos de un corpus de imágenes y facilitar la circulación de este material.</div>Leontina Etchelecuhttp://www.blogger.com/profile/03644043442572768573noreply@blogger.com0